A falta de tres semanas para el inicio del campeonato, el Betis de Quique Setién apenas avanza. Ante el Valladolid, en la primera de las dos pruebas de este fin de semana, los verdiblancos ofrecieron una pobre imagen, dejando a las claras que el actual fondo de armario es insuficiente. El cántabro volvió a ofrecer una oportunidad a los más jóvenes y únicamente en el arranque se vislumbró ese Betis que pretende con una presión alta y una circulación fluida de pelota. Pero ahí se quedó justo después de un buen gol de Brasanac.

El Valladolid, que colocó un equipo en cada tiempo, reaccionó al tanto verdiblanco y fue tuteando a los de Setién hasta lograr el empate justo antes del descanso en un nuevo error defensivo. Los cambios tras el descanso en ambos equipos rebajaron el ritmo y ni la entrada de jugadores como Camarasa, Joaquín, Sergio León o Guardado, llamados a encabezar este Betis cambió el partido. Ni tampoco la imagen. También se estrenó como verdiblanco Feddal, el último fichaje de Lorenzo Serra Ferrer, quien, acompañado en el palco por su inseparable Alexis Trujillo, seguro que tomó nota del trabajo que tiene por delante.

Necesita el Betis varios refuerzos para terminar su planificación y, aunque las prisas nunca son buenas consejeras, el equipo los demanda con celeridad. También se aguarda a Tello y Sanabria, dos jugadores que deben marcar diferencias y que aún no se han estrenado. Demasiados cabos sueltos cuanto el comienzo del campeonato ya asoma a la vuelta de la esquina y con un toro de máximo nivel como el Barcelona en el Camp Nou.

Tiene clara su idea de juego Setién, con ese 4-3-3 inamovible durante lo que se lleva de verano, y la puesta en escena de los verdiblancos fue positiva. Presión alta que incomodaba al rival, con una defensa adelantada, y un buen ritmo en la circulación del balón le bastaban al Betis para sentirse dominador. Tampoco es que llegase demasiado a la portería de Isaac Becerra, apenas un remate defectuoso de Zozulya, pero en la primera ocasión clara Brasanac adelantó a los verdiblancos. El serbio arrancó con potencia e hizo la pared con el delantero ucraniano, que se la devolvió en el momento justo para que el centrocampista disparase desde la frontal y batiera a Becerra.

Tras el tanto, y una pausa para hidratarse por la alta temperatura, el Betis bajó el ritmo. El Valladolid comenzó a sentirse mejor con la pelota y empezó a incomodar a la zaga bética. José Arnáiz avisó en dos ocasiones con sendos disparos desviados, pero sería Guitián, al borde del descanso, el que estableciera el empate al aprovechar un rechace de Dani Giménez.

Era justo el premio obtenido por el cuadro pucelano, que comenzó a sentir la debilidad bética y se metió en el partido. La tónica no cambió tras el descanso, pese a que Brasanac dispusiera de otra clara ocasión nada más arrancar. El Valladolid, que había refrescado el once al completo, se sintieron cómodos, aunque erraron en las oportunidades de contragolpe que les dejó el mal balance defensivo de los verdiblancos.

El carrusel de cambios de Setién pareció encaminado a ganar el partido. Los pesos pesados entraron en el césped, pero sólo un disparo del canterano Julio Gracia, que despejó Masip a saque de esquina, pudo desnivelar el partido. Fabián, muy activo, trató de llevar la batuta del mediocampo, en el que Guardado evidenció que todavía necesita adquirir un tono físico adecuado. Joaquín lo intentaba por la diestra, pero con idéntico nulo resultado que Nahuel anteriormente. Los de Setién tendrán ante el Besiktas una nueva oportunidad para vencer y convencer, la del Valladolid volvió a quedarse atrás.