el derbi sevillano

Las batallas de Merino

  • El técnico apela a sus experiencias en los derbis como jugador para preparar a su equipo para la cita en Nervión. Espera al Sevilla de las grandes ocasiones, al que tilda de favorito.

Con los deberes prácticamente cumplidos, el Betis de Juan Merino acude al derbi con la intención de reconciliarse con su gente. "Se lo merece la afición", apuntó ayer el técnico linense, que apela a sus experiencias personales en los encuentros de rivalidad para preparar de la mejor forma posible la cita en Nervión.

Si su precedente como entrenador se reduce a su amargo estreno copero de esta temporada, como jugador Merino sí guarda mejores recuerdos de los derbis. "Sólo perdí el de mi debut, luego se me dieron bien", explicó ayer el linense. El 2 de marzo de 1991, Merino saltó al césped del Sánchez-Pizjuán para medirse al Sevilla, que se impuso por 3-2. Posteriormente, seis encuentros más con la elástica verdiblanca, en las que ganó en dos ocasiones (2-1 en la 94-95 y 0-3 en la 96-97) y cuatro empates (1-1 en la 95-96 y en la 99-2000, 3-3 en la 96-97 y 0-0 en su último derbi en la temporada 2001-02).

Con esas experiencias en los duelos de rivalidad, Merino conoce buena parte de las claves de cómo se debe afrontar un encuentro de estas características, sobre todo cuando existen diferencias de nivel entre las plantillas. "Ahora mismo el equipo está en una situación buena, tranquilos en la clasificación, tras haber conseguido el objetivo. En los tres últimos partidos, hemos ganado dos y empatado uno, en un campo difícil como es Vigo, contra un equipo que se encuentra en una situación parecida al Sevilla en la tabla. Estamos en una situación buena, aunque el gran favorito es el Sevilla por lo que viene haciendo en la temporada, por cómo está en casa y porque es un equipo que está acostumbrado a jugar diferentes competiciones. A nosotros no nos vale con el 100%, tenemos que dar algo más para sacar algún punto. Eso lo sabemos", señaló el técnico, quien también comentó cómo se toma los momentos previos a estos encuentros: "Me pongo un poco serio, ya me pasaba como jugador. Me gusta mantener la distancia. No me gusta saludar a los jugadores antes de competir, porque me tengo que matar en el terreno de juego. Un jugador tiene que saber abstraerse y limitar los acercamientos. A mí me ha pasado. Otra cosa es después del partido. Eso no quiere decir que vea a un jugador del Sevilla o Unai Emery y no le dé un saludo. Nos jugamos mucha credibilidad, el cuerpo técnico y los jugadores. Nos jugamos el hacer hacer feliz el beticismo".

Si Adán contestó con elegancia a Rami, Merino se mantuvo en la línea de su pupilo y alabó la reacción del Sevilla. "Es una equivocación grave. Sevilla es muy futbolera y donde hay que marcar las distancias es en el terreno de juego. Los entrenadores y los jugadores son los primeros que nos tenemos que comportar como caballeros. El Sevilla casi siempre se ha comportado así. Aunque un jugador se haya equivocado, en ese momento aparece el club para ponerle los pies en el suelo. Para decirle dónde estamos, dónde nos encontramos y que la lucha debe ser en el terreno de juego", expuso el linense, quien tampoco restó presión a su equipo: "La tenemos los dos. Independientemente de que sean favoritos no hay excusas para no sacar puntos allí, ya que lo merece la afición. Es verdad también que los partidos importantes los están ganando. Sabemos que nos vamos a encontrar al mejor Sevilla. No va a ser un partido más para ellos. En las finales se les abre la mente y compiten siempre".

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