Hay boxeadores que sólo reaccionan cuando besan la lona por primera vez. Cuando reciben el primer golpe y deciden levantarse para buscar al rival con todo lo que tienen dentro. Este símil podría aplicarse a un Betis que pensó que el 1-1 de la ida era mejor de lo que en realidad era y no fue a por la eliminatoria hasta que se vio contra las cuerdas tras encajar el primer gancho de Leo Baptistao.

Informe del Betis

En la segunda parte Quique Setién reaccionó y la entrada de Sergio León y el cambió atrás a una línea de cuatro jugadores marcó el inicio de la remontada verdiblanca ante un Espanyol que, en inferioridad numérica por la justa expulsión de Marc Roca en el minuto 90, claudicó en la prórroga.

Defensa

Con las bajas en la retaguardia, el técnico bético apostó por Guardado en el carril izquierdo, volviendo Francis a su lado natural. El mexicano se preocupó más de cumplir con su labor en la retaguardia que en crear peligro, por lo que el conjunto catalán comprendió que por ahí tenía que buscar la meta de Joel Robles. Y así lo hizo. Las ayudas de Sidnei y Bartra no eran suficientes, porque William Carvalho, tras un primer susto en un lance fortuito en su rodilla, fue al ralentí y ni corría con todas las ganas hacia atrás y rompía con fe la presión espanyolista en el centro.

Para colmo, las torres béticas no ganaban balones por alto y tras un par de ocasiones el gol de Leo Baptistao se produjo en un remate en un balón aéreo en el que cabeceó completamente solo ante las miradas de Loren y William Carvalho. Joel Robles fue fundamental para mantener vivo a un Betis que concedió mucho atrás ante un rival que con muy poco, con la velocidad de Piatti y el trabajo de Borja Iglesias, hizo mucho daño.

Ataque

El toque de balón en la primera parte surtió poco efecto. Loren, único hombre en punta, ni olió la pelota y el Betis ni creaba juego ni se acercaba a balón parado, con unos lanzamientos de esquina infames que generaban escaso peligro. Todo cambió en el segundo tiempo, cuando Quique Setién movió a su equipo: defensa de cuatro, Joaquín al campo y Sergio León acompañando a Loren en la vanguardia. El delantero de Palma del Río dinamizó el ataque con sus desmarques, mientras que Joaquín convirtió la banda derecha en una zona de creación en la que por fin pasaban cosas y Lo Celso adelantó su posición para estar más cerca de la portería.

Además del esquema, el conjunto hispalense cambió su mentalidad y fue a por el partido de verdad. Más vertical, en definitiva, que es lo que se le demanda a un conjunto con tanto potencial ofensivo.

Virtudes

Una vez más el Betis no se rindió y demostró una gran capacidad de reacción.

Talón de aquiles

Apenas creó ocasiones en las acciones a balón parado.