Real Betis

Con la cabeza en otra parte

  • Los verdiblancos ya juegan el derbi en San Mamés

  • La afición bética no faltó a una cita en la que Joaquín, Beñat y Carles Puyol fueron ovacionados

Tello, cabizbajo, con los jugadores del Athletic al fondo felicitando a Muniain tras marcar.

Tello, cabizbajo, con los jugadores del Athletic al fondo felicitando a Muniain tras marcar.

El Betis se presentó en el nuevo San Mamés con la cabeza en otra parte. Concretamente, en el derbi del próximo sábado en el Benito Villamarín. Y así se vio en la alineación inicial y en los movimientos que hizo Quique Setién en la pizarra y en las espesura del juego de los verdiblancos en todo el encuentro, salvo en los últimos diez minutos de partido. La suplencia de Mandi y el hecho de que con la lesión de Júnior tampoco saltara al campo -el técnico verdiblanco prefirió mover de sitio a Bartra, Javi García y Fabián-, fue el mejor ejemplo de que los de Heliópolis sólo tengan en la mente el choque de la máxima rivalidad sevillana, después de amarrar el pase de la Liga Europa y con opciones aún, pese a la derrota en Bilbao, de acabar quinto o sexto y no tener que jugar tres rondas previas como séptimo clasificado.

En el campo del Athletic se cortó la racha positiva de un Betis que se marchó con una derrota que tendrá que saber digerir bien durante una semana en la que el papel de Lorenzo Serra Ferrer, al que a buen seguro no le gustó demasiado lo que vio ayer desde el palco del feudo rojiblanco, volverá a ser fundamental para inyectar el veneno necesario que se requiere en los derbis para que los verdiblancos recuperen el sello que ayer mostraron, solamente, en los últimos diez minutos del partido en Bilbao, ciudad a la que acudieron casi un millar de béticos para animar a los suyos.

La afición verdiblanca se hizo notar en los aledaños de San Mamés en las horas previas al choque, en un sensacional ambiente, sin ningún tipo de problemas, y después se dejó sentir durante el encuentro con sus continuos cánticos de ánimo a su equipo. Una vez más, mucha presencia bética en la zona acotada para la afición visitante y entre el resto del público, con camisetas verdiblancas intercaladas entre las rojiblancas.

Así el ambiente que hubo durante el encuentro en las gradas del campo del Athletic fue muy bueno, como se pudo comprobar con las ovaciones que ambas aficiones le dieron a Joaquín y Beñat, cuando fueron cambiados en la segunda parte, y en el descanso a Carles Puyol, defensa del Barcelona desde la temporada 1999-2000 a la 2013-2014 que recibió de manos del legendario ex portero José Ángel Iribar el One Club Player, premio que otorga el Athletic a jugadores que, fuera del equipo bilbaíno, desarrollaron toda su carrera deportiva en un mismo club.

Puyol pudo ver en directo las evoluciones de Bartra -participó en la llegada del central a Heliópolis- y pudo conversar con Serra Ferrer, con el que mantiene un buena relación. Tanto el ex del Dortmund como el balear, junto a otros jugadores de peso en el vestuario, como Joaquín o Guardado, entre otros, están llamados a desempeñar un papel importante en la mentalización del Betis para una cita en la que el beticismo se volcará como siempre ha hecho. Llega, de nuevo, el turno de Setién y la plantilla verdiblanca para recuperar la lucidez perdida ante el Athletic de cara a un derbi que será el último encuentro de la temporada en el Villamarín.

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