Visitar el Santiago Bernabéu nunca es propicio ni lo será. Ni siquiera para este Betis que ha sido capaz de enlazar dos victorias y un empate en el gran coliseo de los madridistas. Pero la visita sí que era propicia para ensayar algo nuevo y anhelado por muchos béticos: esa defensa de tres centrales que le cambió la vida al equipo de Quique Setién hace dos temporadas. Llegaba el Betis como equipo más goleado de Primera y estaba justificado tirar la manta para atrás. No fue una defensa de tres, ojo. Lo fue de cinco, pues Emerson y Álex Moreno –menos el catalán– se anclaron atrás. Como hacen casi todos los carrileros del mundo cuando hollan el Bernabéu, por otra parte.

El caso es que muchos de los agujeros que afloraban hasta ahora en el equipo de Rubi se cerraron de repente. ¡Eureka!

Defensa

El Real Madrid sólo le metió intensidad coral en el primer cuarto de hora. Luego, Modric y Kroos bajaron mucho su cuenta de revoluciones al tiempo que Guardado y Canales, que interpretaron perfectamente el papel de interiores, crecieron.

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Tanto el mexicano como el cántabro secundaron a Bartra a la hora de evitar que Hazard o Modric tejieran juego entre líneas –el belga apareció al principio en sus desmarques de dentro hacia fuera, para hacer daño desde los costados–. Y a su vez, el central reconvertido a pivote mantuvo esta vez los 90 minutos el buen tono ahí, bien respaldado por Feddal atrás.

Enormes estuvieron los tres centrales, que jamás perdieron el sitio, se anticiparon con un buen timing y, cuando no, estuvieron en el sitio para bloquear o llegar antes que el rematador a un balón suelto en zona de remate.

El Madrid es el Madrid y en el Bernabéu va a crear siempre alguna clara ocasión, aunque el colectivo no carbure, por la calidad individual de sus piezas. Así llegó la dejada con el pecho de Benzema a Sergio Ramos (44’), o el tiro de Vinicius tras pinchar en el área un balón altísimo (91’). Ahí estuvo Joel, que empezó a ganar confianza en su primera intervención, un tiro cruzado de Benzema (7’).

El Betis trató de achicar a veces y sólo se descoordinó una vez, provocando un pasillo de Mendy hasta Joel. El francés perdonó.

Ataque

Sugirió el Betis cierto peligro por fuera en una incursión de Álex Moreno que acabó en pase atrás y zurdazo cruzado de Fekir (22’), pero a medida que el trío Casemiro-Kroos-Modric fue perdiendo ímpetu sin el balón, Canales y Guardado empezaron a soltarse por dentro. Desde el minuto 15 al 45, el Betis, que ya fraguó atrás, se estiró con las carreras de Canales, la calidad de espaldas de Fekir. A la hora de los cambios, Rubi prefirió no dar un paso más.

Virtudes

Con la zaga de cinco llegó la seguridad en bandas y la medular.

Talón de Aquiles

Faltó ir a por el partido al final.