Real Betis

La clave de los espacios

  • Merino prepara a su equipo para afrontar la previsible presión del Atlético, el tercer equipo que más balones recupera de la Liga. La salida desde atrás y la medular, las preocupaciones.

Más allá de las lógicas estadísticas desfavorables ante el segundo de la Liga, Juan Merino viene mentalizando a sus jugadores para lo que les aguarda en el Vicente Calderón. Ni el hecho de que el Atlético dispute el martes su duelo de ida de la Liga de Campeones ante el Barcelona provoca que el técnico bético espere un rival con unos atributos distintos a los que exhibe en los últimos tiempos, con una presión asfixiante como principal arma de ese sistema defensivo que permite a los de Diego Simeone codearse con los grandes de Europa.

El linense volvió a insistir ayer en el manejo de los espacios, uno de los mensajes que ha repetido a sus jugadores durante este parón liguero. Desde presión a la salida del balón desde atrás al achique en la medular, el Atlético maneja mejor que nadie estos conceptos, que le permiten recuperar el balón en zonas adelantadas para sorprender a sus contrincantes. En el recuerdo bético aún queda el duelo de la primera vuelta, cuando una pérdida de Xavi Torres ante una presión de hasta tres rivales acabó en el 0-1 en el minuto siete de partido, lo que le bastó a los de Simeone para llevarse los tres puntos.

Así, Merino dividió al grupo en dos partes. Por un lado, los porteros, Adán y Dani Giménez, los defensas Westermann, Bruno y Pezzella; y los centrocampistas Xavi Torres, Petros y N'Diaye. Así, los centrales iban formando parejas alternándose entre ellos con la intención de ensayar la salida con la pelota desde atrás y evitando la presión que ejercían dos de los medios. El propio Merino detenía el ejercicio para puntualizar algunos aspectos a los zagueros y evitar esas pérdidas mortíferas ante un equipo como el Atlético.

Mientras tanto, el resto de jugadores disponibles se disponía en un espacio de unos 30 metros, en el que la finalidad era manejar la posesión de balón y romper las líneas del contrario. En ese partidillo específico, con Dani Ceballos y Fabián en un mismo equipo, también se podía apreciar a Molinero en el lateral diestro y a Montoya en el izquierdo. Y es que si el Atlético de Simeone destaca por una presión muy adelantada sobre todo en los inicios de los partidos a la búsqueda de ese gol que le permita manejarlo a su ritmo, el conjunto colchonero también junta las líneas y cierra los espacios por dentro para imposibilitar los avances del rival. Incluso los de Simeone plantean una especie de trampa cuando conceden la posesión de la pelota para intentar ganarse los espacios con los que se encuentran más cómodos sus atacantes.

Ese camaleónico sistema defensivo del Atlético lo convierte en uno de los equipos más incómodos de la Liga y también del continente europeo. De hecho, los de Simeone son el segundo equipo menos goleado de los principales torneos europeos con 14 tantos encajados y sólo el Bayern de Pep Guardiola anota uno menos en su casillero, aunque con tres partidos menos disputados.

Esa fortaleza del Atlético también se refleja en la estadística de los balones recuperados, en la que aparecer como el tercer mejor equipo de la Liga, con 2.153 recuperaciones y sólo Eibar -éste también es el que más pierde- y Athletic aparecen por delante. Curiosamente, en la de balones perdidos, Atlético y Betis presentan una diferencia mínima y si los verdiblancos acumulan 1.793 , los colchoneros llevan sólo dos menos.

Todas estas circunstancias provocan que Merino otorgue una especial relevancia a los espacios de cara al encuentro de mañana en el Vicente Calderón. Si el técnico ha reiterado esta semana la importancia de frenar las acciones de estrategia del rival, uno de sus puntos fuerte tanto por los lanzadores como por los rematadores, ayer le tocó el turno al manejo de la pelota, un aspecto clave tanto para evitar las pérdidas que faciliten las acciones de ataque del Atlético como para poder desarrollar posteriormente un juego ofensivo que rompa el entramado de Simeone.

Incluso finalmente los jugadores se dividieron en dos rondos en los que continuaron trabajando el manejo del balón en espacios reducidos, esa obsesión de Merino antes de medirse a este Atlético de Simeone.

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