Paul Zipser no jugará la próxima temporada en el Coosur Real Betis. El alero alemán, de 23 años y 203 centímetros, deshojó la margarita sobre su futuro y finalmente se decidió por regresar al Bayern Múnich, equipo en el que estuvo enrolado antes de dar el salto a los Chicago Bulls de la NBA, que jugará la Euroliga y, además, pone sobre la mesa un contrato más atractivo en lo económico.

Durante algunos días, la opción de que Zipser aterrizase en San Pablo cobró fuerza. Incluso el Burgos, que tenía mucho que decir en el futuro del alero germano, decidió no igualar la oferta hispalense para que éste continuara su carrera en Sevilla, algo que finalmente no ocurrirá, el próximo curso.

La principal baza de los béticos era ofrecerle un rol mucho más atractivo que el que, a priori, dispondrá en el equipo bávaro, en el que la competitividad lo relegará a un papel menos protagonista. En el Coosur Betis entendían que con muchos minutos de juego, Zipser podría volver a ser ese jugador que deslumbró algunos años atrás antes de marcharse a la NBA y cuya proyección quedó truncada por una lesión en el pie izquierdo, de la que está ya recuperado completamente.

En la dirección deportiva quisieron ser cautos con la posibilidad de que Zipser aterrizara en San Pablo. De hecho, desde hace varios días estudian otras opciones interesantes para reforzar el puesto de tres, que sólo cuenta con Pablo Almazán como jugador específico y Borg, que ocasionalmente puede actuar en esa posición. En este horizonte aparece la posibilidad de Pietro Aradori (30 años y 1,96 metros de altura), por el que también está interesado Estudiantes en la Liga Endesa y el Fortitudo Bolonia, de la Serie A italiana.

A falta de concretar las operaciones de Sipahi, Izundu y Conger, que encaran su recta final, la del alero será la guinda del pastel en el regreso a la Liga Endesa. Todo ello, a falta de una semana para el inicio de los reconocimientos médicos para arrancar una pretemporada en la que también se medirá al Zenit de Joan Plaza.