Real Betis

El estrado de Canales

  • El cántabro, brillante durante toda la campaña pasada, tiene difícil encontrar un escenario tan apropiado como el que le brindaba Setién

Sergio Canales intenta eludir a un defensor en un lance del partido del miércoles ante Las Palmas.

Sergio Canales intenta eludir a un defensor en un lance del partido del miércoles ante Las Palmas. / Juan Carlos Muñoz

En mayo de 2017, el baloncestista Victor Oladipo inició una preparación personalizada en el DBC Fitness de Miami, un centro especializado en el trabajo de las biomecánicas. En noviembre, cuando volvió a las pistas, el escolta de los Indiana Pacers era un jugador totalmente distinto, más fuerte y mucho más veloz. Y eso disparó sus promedios. El pasado mes de junio, Sergio Canales, que estuvo de vacaciones en Estados Unidos, trabajó varios días junto a un preparador de ese mismo centro. El cántabro sigue interesándose por este tipo de procesos, los que le han llevado al cénit de su carrera aun habiendo pasado tres roturas de cruzado. Pero esta temporada no parece contar con un escenario tan apropiado como el que le otorgaba Setién.

Si es cierto que Rubi se identifica con unas ideas similares a las que sublima el último técnico del Betis, el tiempo ha llevado al barcelonés a matizarlas. En el primer sistema que ha puesto en pie en el cuadro verdiblanco, se vislumbra un equipo mucho menos pasador que el del año pasado. Y con una disposición muy distinta de la divisoria hacia adelante. En amistosos recientes, la libertad de la que está gozando Fekir está condicionando las posiciones de jugadores como Canales.

Aunque en la gira mexicana Rubi sí lo situó en zonas interiores, el miércoles, ante Las Palmas, el centrocampista de Santander fue desplazado a la banda. Eventualmente se intercambiaba con el francés, pero la mayoría de los 66 minutos que pasó en el campo, los vivió en la izquierda. Sorprendía ver a uno de los jugadores verdiblancos que más balones tocaba el curso pasado intervenir en el juego tan poco.

Naturalmente, fue sólo una de las mil probaturas propias de esta época. Pero la situación de Canales va a cambiar respecto al año pasado, pues el Betis está aparentando ser ya un equipo diferente. Más allá de elegir un esquema de dos centrales o de tres, Rubi ha disuelto ya algunas cosas en busca de otras. El equipo no se detiene como antes en los primeros compases de la jugada, pero tampoco en los últimos. Y esta novedad resta protagonismo a Canales, que tenía mucha importancia en aquellas posesiones largas del conjunto de Setién. Aunque no muchas de ellas terminaban en un remate limpio, buena parte de las que sí lo hacían llegaban gracias a las facultades del ex de la Real.

Después de un buen último curso en San Sebastián, Canales rozó la excelencia la campaña pasada, desplegando, con casi toda seguridad, el mejor fútbol de su carrera. Su manera de encontrar recepciones por delante de Carvalho y Mandi ayudó a ganar metros a un equipo al que le costaba muchísimo hacerlo. Además, la determinación que demostró en sus visitas al área les reportó a los verdiblancos nueve goles. Su inmensa progresión lo llevó a las filas de la selección española, con la que debutó el 23 de marzo, en un partido ante Noruega.

A estas alturas, Rubi sabe perfectamente qué tipo de cosas le puede dar Canales. Y a buen seguro intentará sacar lo mejor de él, porque el equipo no tiene en la plantilla a muchos jugadores capaces de maniobrar así en espacios cortos. Por el momento, eso sí, el cántabro deberá seguir buscando su estrado. Cuanto antes lo encuentre, mejor para el Betis.

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