Betis

La eternidad de Joaquín

  • La figura del portuense continúa agigantándose con su aportación en el vestuario y en el césped

  • Duda hasta última hora, forzó al límite para llegar a tiempo al derbi

Joaquín, ayer en el entrenamiento junto a Marcos Álvarez.

Joaquín, ayer en el entrenamiento junto a Marcos Álvarez. / Antonio Pizarro

A las órdenes de Quique Setién, Joaquín está viviendo una tercera juventud con el Betis. A sus 37 años, cumplidos el pasado mes de julio, el portuense se ha erigido en el líder del equipo y su actuación en el derbi alargó su ya extensa hoja de méritos en Heliópolis. El capitán no sólo lleva la voz cantante en el vestuariocon su habitual arenga en la caseta–, sino que también lo consigue sobre el césped. El primer gol del Betis en esta Liga 2018-19 sólo podía llevar el sello del portuense si además significaba la victoria en el duelo de rivalidad.

“Es un momento muy bonito, muy especial. Debutar este año jugando, en un derbi, marcando y ganando, no se puede pedir más. No sé si es el momento más bonito de mi carrera, ahí, ahí está, porque estos partidos siempre son especiales. Hacía 20 derbis este domingo y ganar después de tantos años en casa, de la forma en la que lo hicimos y que yo marcara, fue algo espectacular”, explicó Joaquín en Cuatro, que también rememoró los instantes posteriores al tanto: “Ver a tantísima gente celebrar el gol y yo ya no sabía qué hacer, me quité la camiseta porque no sabía qué hacer. Guardaré la foto con mucho cariño. Son recuerdos muy especiales, fue un día especial, un gol especial y va a ser de los momentos que más voy a recordar en mi vida”.

La presencia de Joaquín en el derbi no estuvo clara hasta última hora. Probablemente, si se hubiera tratado de otro encuentro de menos trascendencia, los técnicos no hubieran arriesgado con su reaparición después de esa molesta dolencia en el sóleo que venía padeciendo desde la pretemporada. Lo que empezó como un pequeño dolor en Montecastillo, que lo llevó a apartarse del grupo se fue alargando e incluso Joaquín se perdió los últimos amistosos del verano ante Frosinone y Las Palmas. Tampoco se recuperó a tiempo el capitán para el estreno liguero ante el Levante e incluso en la semana siguiente debió frenar de nuevo al sentir molestias cuando intentó reincorporarse al grupo.

En ese momento, a falta de doce días para el derbi, Joaquín se marcó el reto de recuperarse a tiempo para esa cita marcada en el calendario. En los primeros entrenamientos de la semana ya se sintió mejor, aunque con la lógica falta de ritmo. Tras completar el entrenamiento previo al derbi, Setién ya sabía que podía contar con Joaquín, aunque siempre si era necesaria su presencia en los últimos minutos. La expulsión de Roque Mesa acabó por decidir al entrenador, que vio en Joaquín al hombre indicado para darle verticalidad al juego bético.

Su entrada al campo animó a la grada, que llegó al delirio con el gol de su referente. El portuense ya sabía lo que era marcar en un derbi, pero nunca había servido para ganar. “He vivido un sueño”, decía el protagonista tras seguir haciendo historia con el club de su vida.

16 Ligas de Primera marcando al menos un gol, el que más de entre los futbolistas en activo; goleador más veterano en un derbi de la máxima categoría, con 37 años y 43 días; 16 encuentros disputados ante el Sevilla en Primera, sólo uno menos que Julio Cardeñosa; jugador gaditano con más tantos en Primera (61); y ante el eterno rival alcanzó las 200 victorias en la Liga, 99 de ellas con el Betis... La leyenda de Joaquín continuó agrandándose en un derbi que recordará para siempre. El elixir de la juventud lo lleva a la eternidad.

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