Siete Copas de Europa contemplan al Milan, uno de los grandes equipos del continente, pero que ahora no atraviesa su mejor momento. En permanente reconstrucción en los últimos años, con cambios en la propiedad que han conllevado variaciones en el banquillo y en la plantilla, el conjunto rossonero se encomendó el pasado año a Gennaro Gattuso, un histórico jugador que incluso estuvo en la cuerda floja tras la derrota ante el Betis en San Siro.

Tres victorias seguidas en la Serie A, una de ellas en el partido aplazado en su día ante el Genoa, han cambiado el panorama para Gattuso, que hoy acude al Benito Villamarín dispuesto también a enmendar el camino en la competición europea.

A pesar de que como jugador, Gattuso destacaba por su compromiso defensivo, su Milan intenta mantener el balón, quizá con una posesión más vertical que la del Betis, pero que también suele comenzar en los pies de su portero. Precisamente, esto provocó que el Betis saliera en San Siro con una fuerte presión en campo rival, que dificultó la tarea milanista. Las continuas pérdidas del Milan favorecieron el juego verdiblanco, en el quizá partido más completo de la temporada.

Si en Milán Gattuso apostó por un equipo con una mezcla de teóricos suplentes y titulares, para Heliópolis, el técnico ya ha dejado claro que contará con lo mejor que tiene en este momento. Con las ausencias de Bonaventura, Higuaín y Samu Castillejo, el gaditano Suso será el futbolista de referencia en la vanguardia milanista. El habilidoso atacante es el jugador que más asistencias acumula en la Serie A, en la que también ha exhibido su gran golpeo desde lejos.

Aunque no pase por su mejor momento, el Milan siempre dispone de futbolistas de primer nivel y a eso se aferra Gattuso para intentar el asalto al Villamarín. Más actitud y sacrificio sin la pelota quiere el italiano de sus jugadores para frenar al Betis y conseguir así un paso adelante más en esa recuperación de la grandeza del Milan que ya se está retrasando demasiado.