Fichajes que no llegan, traspasos de última hora, ventas que se caen, jugadores que no se quieren ir, Pellegrini dando la cara por el club, futbolistas obligados a ver el fútbol desde la grada... Y a todo esto, ya hay fútbol.

Ya habrá tiempo para la reflexión, la autocrítica, para pedir responsabilidades o para aplaudir una vez que se cierre el mercado. A saber lo que toca. La realidad es que el inicio de liga ya está aquí para un Betis al que le ha pillado el toro a la hora de levantar el telón del Benito Villamarín recibiendo a un Elche (21:30) del que se ha hablado poco en los días previos en el que el foco se ha puesto en las inscripciones y las fórmulas para cumplir con el límite salarial.

Ni con un título bajo el brazo; ni con una segunda clasificación consecutiva para jugar en Europa se vive con tranquilidad en Heliópolis. Una manera de ser. Una forma de vivir en guerra continua. Entre la resignación y la crispación, apenas tres meses después de cerrar una temporada de ensueño con un meritorio quinto puesto y la celebración de la Copa del Rey.

Antonio Cordón y Alexis Trujillo.

Apenas unos meses han pasado sólo y parece que son mucho más. El tercer proyecto de Manuel Pellegrini al frente del conjunto verdiblanco echa a andar con lo justo y se habla de todo menos de fútbol. Es la realidad por los motivos que sean. Porque no se ha hecho una gran venta (de momento) por tercer verano seguido, por las extrañas renovaciones que han condicionado la configuración del plantel o porque no se han hecho los deberes en lo económico.

Por lo que sea, el técnico chileno arranca la competición sin mucho de lo que tirar. Con un once titular, pese a las bajas, reconocible, pero con pocas alternativas en el banquillo para darle un giro si el encuentro lo requiere entre lesionados, la marcha de última hora de Marc Bartra y los futbolistas no inscritos al no cumplirse los parámetros del límite salarial que exige LaLiga. Canales y Sabaly, con problemas musculares, se unieron a los lesionados Montoya y Camarasa. El sitio del lateral senegalés será para Aitor Ruibal en el costado diestro, donde ya ha jugado algunos partidos esta pretemporada. Más complicado es reemplazar al cántabro y Pellegrini tirará de la cantera y Rodri, posiblemente, o Rober tendrán la oportunidad de ser titulares (durante al menos dos semanas).

Más allá de un problema serio en el once titular, las ausencias limitan a Pellegrini a la hora de mirar al banquillo

En la retaguardia, la ausencia de Marc Bartra la cubrirá Édgar, una de las piezas más usadas por el entrenador bético en la pretemporada, mientras que en portería será Rui Silva el titular en detrimento de Claudio Bravo, uno de los damnificados de las no inscripciones.

Pero en el césped Pellegrini dispondrá, al menos de inicio, de un equipo reconocible, sin caras nuevas, y que sabe jugar de memoria. Con Fekir creando arriba, Guido Rodríguez y William Carvalho imponiéndose en la medular y Juanmi y Borja Iglesias mirando de cara a la portería rival.

El Elche, por su parte, afronta el debut liguero con la esperanza de repetir la gesta del pasado de abril, cuando fue capaz de vencer a un Betis (0-1) que jugó con todos los sentidos puestos en la final copera. El equipo de Francisco Rodríguez ha realizado una pretemporada discreta en cuanto a resultados e irregular en las sensaciones, condicionada por las lesiones y problemas físicos de varios jugadores y la tardía incorporación de los refuerzos, aunque en Sevilla el técnico podrá contar un once reconocible y parecido al de la última visita.

Las bajas para este partido son las del central Verdú, operado del pubis hace dos semanas, y el delantero Lucas Boyé, con problemas físicos, mientras que Javier Pastore, inédito durante toda la pretemporada por una lesión en el sóleo, y Raúl Guti, también con molestias musculares, son duda.