BUEN debut liguero del campeón de Copa, pero teniendo en cuenta cómo se le allanó el camino mediante la expulsión de uno de los centrales del rival con hora y cuarto de juego por delante. Dos goles de Juanmi y uno de Borja, una pillería de Fekir más una asistencia prodigiosa de Carvalho fueron lo fundamentos para un triunfo que lo coloca como colíder de la máxima categoría, pero vayamos por partes porque la cosa tuvo su química.

Era un partido de reencuentros, pero que llegaba lleno de aristas. Las desaplicaciones burocráticas que dejaban a Pellegrini con lo justo ensombrecían el entorno, lo que se agravaba cuando Fekir ve tarjeta en el minuto 4. Junto a eso, los buenos números heliopolitanos del Elche, pero todo se vuelca a favor del Betis con la expulsión de Donald cuando sólo se lleva un cuarto de hora. Luego una desaplicación de Roco que aprovecha Fekir para que anote Borja.

Iba media hora de partido, el balón era del Betis y una delicadeza de Carvalho la aprovecha Juanmi. Ya han marcado los de siempre, la noche se hace bonancible, Heliópolis es una fiesta y a esas alturas se ansían más goles con vistas al liderato inaugural. Y en el segundo tiempo se produce una concatenación de ocasiones con el Villamarín hecho una fiesta. Siempre tendrá el Elche el atenuante de su inferioridad numérica y en realidad hay que destacar que siempre fue de frente.

Afortunadamente, el partido salió de cara, ya que si sale cruz quién sabe cómo se habría acogido la desaplicación de tener a media docena de futbolistas sin licencia. Y ahora, con tantos frentes a cubrir por la tropa de Pellegrini, una dura cuenta atrás hasta el cierre de mercado. La hasta ahora modélica dirigencia bética se halla ante su peor situación, algo que anoche no hizo sangre porque marcaron los de siempre y el Betis es líder en compañía de otros.