Real Betis

Menos margen para el error

  • Si ya se le exigía hacer una buena segunda vuelta para poder optar a puestos europeos, el desastre en Vallecas obliga al Betis a ser fiable en sus próximos compromisos

Imagen del entrenamiento de este viernes, en el que participó el canterano Rodri.

Imagen del entrenamiento de este viernes, en el que participó el canterano Rodri. / Víctor Rodríguez

A Rubi y compañía aún le quedan maneras de levantar esta temporada de muecas, no cabe duda. Pero después de la debacle en Vallecas son muchas menos. El cuadro verdiblanco, que flaqueó cuando está prohibido flaquear en el estadio rayista, arrastra un déficit importante en la carrera hacia Europa, pues perdió muchísimos puntos en el primer tercio de campaña. Y aunque su entrenador viene demostrando que tiene tablas, se acerca al mes de febrero con una sensación de deuda que puede pesar a sus jugadores.

Es indiscutible que lo ocurrido el jueves al sureste de Madrid empuja a la reflexión, pero el Betis no tiene tiempo de detenerse. El partido de mañana en el Colisem Alfonso Pérez exige ya una concentración máxima. La que faltó en la prórroga frente al Rayo. La determinación de evitar errores no forzados va a jugar un papel importante en lo que queda de temporada para los béticos.

En Getafe espera un rival, además, que puede ser directo si llega el Betis de verdad a pelear por las plazas que se premian con competición continental. Aun tras el varapalo copero, los hombres de Rubi tendrán allí una nueva ocasión de mostrar que no sólo van de verdad en Heliópolis. En el territorio propio, es de justicia admitir que los verdiblancos han evolucionado muchísimo. Hasta el punto de engullir, por momentos, a equipos de arriba, como la Real Sociedad, el Athletic o el Atlético. Todos fueron partidos en los que se reivindicó el técnico de Vilasar de Mar.

Sin embargo, el bagaje lejos de casa aún es insuficiente y pone en cuestión al catalán. En Vallecas, con un once en el que aparecieron bastantes titulares, el Betis volvió a empezar peor que el conjunto local. Frecuentemente en inferioridad numérica en las zonas interiores, el equipo estuvo superado. Lo mejoró en la segunda mitad y, como hace unas semanas en Vitoria, tuvo muchas opciones de llevarse el triunfo. Pero igual que sucedió ante el Alavés, los errores cometidos en las áreas le impidieron reír el último.

El de Tello fue transparente. Un mano a mano con la posibilidad de controlar, levantar la cabeza y rematar lejos del joven Morro. Pero resulta todavía más preocupante el que dio lugar al 2-2. Y fue un cúmulo de ellos, en realidad. Feddal, que había salido de sitio para frenar a Advíncula, pasa más tiempo de la cuenta en la cal. Segundos más tarde, Álvaro García recibe solo, sin que Aleñá ni Álex Moreno se pongan de acuerdo para tapar su centro. Y cuando el extremo utrerano prepara el gesto, Édgar, Bartra y Emerson se malentienden en un tres para dos dejando rematar solo a Andrés Martín. “Ha sido una jugada muy desgraciada. La única explicación es que hemos cometido demasiados errores”, dijo Rubi ya consumada la eliminación.

Al Betis cada vez le queda menos margen para cometer este tipo de errores. A cuatro puntos de las plazas europeas, pero con rivales fortísimos por delante y eliminado de la Copa antes de lo esperado, empezar a enlazar buenos resultados se ha convertido en una necesidad para los de Rubi. La pendiente del calendario, para colmo, se ve aumentada ahora, con salidas a Getafe y a Eibar –plazas en las que sufrió en las últimas temporadas– y un enfrentamiento ante el Barcelona de Setién. No cabe duda de que las próximas semanas van a ser importantísimas en el devenir del conjunto heliopolitano, que mañana intentará apuntarse su segunda victoria a domicilio en esta Liga. La primera llegó en Son Moix.

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