El Betis volvió ayer al trabajo en una sesión a puerta abierta en la ciudad deportiva en la que el beticismo respondió con una gran afluencia, como es habitual. Tanto fue así que antes de que se abrieran las puertas del recinto deportivo de Los Bermejales había largas colas en los aledaños, hasta el punto de que una vez que se llenó la grada principal los aficionados tuvieron que ubicarse en la grada de enfrente. Y cuando saltaron al campo los jugadores y el cuerpo técnico se llevaron una gran ovación, respondiendo éstos a la parroquia heliopolitana también con aplausos dentro de esa comunión perfecta que existe entre equipo y afición.

Antes del entrenamiento, ya sobre el terreno de juego, los jugadores hicieron el habitual pasillito (esta vez al preparador físico, Marcos Álvarez), para dar paso a diferentes ejercicios físicos a realizar por un grupo de futbolistas entre los que no se encontraba Guardado. Mientras sus compañeros se entrenaban a las órdenes de Setién, él realizaba en el campo 2 trabajo de recuperación con la readaptadora, Raquel Urbano. El futbolista azteca, que ya se quedó fuera de la lista de convocados ante el Atlético pese a viajar con el equipo a Madrid, sigue recuperándose de un fuerte golpe que sufrió en el encuentro ante Las Palmas en la zona del peroné y apura para llegar a tiempo al duelo del próximo lunes ante el Málaga.

Por otro lado, Dani Giménez, que se retiró lesionado el domingo en el partido del Metropolitano y estará unas tres semanas de baja al confirmarse que sufre una lesión en el cuádriceps derecho, estuvo realizando suaves ejercicios junto al preparador de porteros, Jon Pascua, y Antonio Adán, que sigue trabajando duro para volver lo antes posible. Francis también estuvo trabajando al margen del grupo siguiendo con su proceso de recuperación para estar definitivamente al cien por cien físicamente.

La plantilla verdiblanca seguirá con el trabajo hoy por la mañana (11:00) en una nueva sesión de trabajo en la ciudad deportiva, esta vez a puerta cerrada.