El Betis empató ante el Girona el pasado sábado gracias a un tanto de Tello en la última acción del partido. Un gol que evitó una nueva derrota para el conjunto que dirige Quique Setién, que en la previa del encuentro fue claro a la hora de hablar de la situación del futbolista que llegó en verano procedente del Barcelona. "Está un poco cabreado conmigo, pero es normal. Él sabe perfectamente por las conversaciones que tenemos cómo está la situación y supongo que lo asume, no de buen grado porque ninguno acepta bien no ir convocado. Ahora le toca a Tello y otro día le puede tocar a otro compañero. Yo pido lo que pido y luego decido", dijo el cántabro, que una semana antes, de cara a la cita en Éibar, dejó al extremo sin convocar. Curiosamente, ante los gerundenses, fue Tello el que salvó a su equipo y al técnico, en esas casualidades que se dan en el fútbol.

La rabia con la que Tello celebró el gol fue un reflejo de las ganas que tiene un futbolista que, con 546 minutos repartidos en 10 encuentros de Liga (dos goles y tres asistencias), está llamando con fuerza a la puerta de la titularidad, algo que también es solicitado por una afición que no termina de entender que este jugador haya tenido menos protagonismo que otros compañeros cuya aportación ha sido baja. Una vez superada la lesión de tobillo de la pretemporada y unas molestias musculares que le impidieron estar ante el Espanyol, Tello, que tiene velocidad, potencia y gol, algo que echa en falta el Betis, aguarda más oportunidades en los próximos partidos para seguir mostrando en el campo el alto nivel de compromiso que tiene desde que llegó en verano.