Tras confirmar la clasificación directa a la Liga Europa con la igualada en el derbi, el Betis despide hoy el campeonato liguero en Butarque en una cita que también cuenta con alicientes. A la pugna con el Villarreal por esa quinta plaza, el primer escalón tras los grandes, se añaden otros registros que pueden ser batidos por los verdiblancos, como esos 62 puntos que alcanzó el Betis de Lorenzo Serra Ferrer en la temporada 2004-05 y que continúan como la mejor puntuación de la entidad en una Liga de 20 equipos.

También será el día de Rubén Castro. No quiso Setién confirmar la titularidad del canario, pero todos cuentan con que tendrá sitio en el once para intentar despedirse a lo grande del Betis. Con su futuro más lejos de Heliópolis que otra cosa, a la espera de una conversación definitiva entre las partes, Rubén tendrá hoy su última oportunidad para convertirse en el máximo goleador histórico de la entidad en Primera.

Con ese reto regresó el delantero en enero, tras su corta aventura en China, pero los escasos minutos con los que ha contado desde entonces sólo le han permitido anotar un gol. Aseguró Setién hace tiempo que todos intentarían ayudar a Rubén Castro a perpetuar aún más su leyenda verdiblanca y el duelo de hoy aparece como esa ocasión para sacarle una sonrisa a este canario introvertido que se marchará del Betis como un ídolo por esos goles que lleva(ba) en sus botas.

Sin alzar la voz, respetando a sus compañeros, pero con el hambre de siempre, Rubén Castro será la punta de lanza de los verdiblancos en Butarque y, probablemente, acompañado de otro delantero. Apunta Sanabria a esa posible pareja del canario en su adiós, con esas ganas que tienen tanto el paraguayo como su entrenador de que finalice la Liga con ese gol que se le resiste desde su vuelta.

Tampoco quiere Setién demasiadas licencias sobre el césped. Quiere ponerle un buen broche a la temporada el cántabro, marcharse de vacaciones con un buen sabor de boca tras una campaña extraordinaria, y eso pasa por competir ante un Leganés que también cuenta con sus propias motivaciones.

Asier Garitano, ese técnico de los milagros en Butarque, ya anunció su adiós, por lo que seguro que recibirá un cálido homenaje de una afición que lo tendrá en sus altares. También se despedirá el capitán Mantovani, otro ejemplo de superación de este Leganés que se ha consolidado en la élite.

Colocará Setién un once muy reconocible para esta cita en el sur madrileño. Quizá la gran novedad sería la presencia entre los titulares del canterano Julio Gracia, ese ojito derecho del técnico cántabro, que tiene una especial predilección por el joven centrocampista. Tiene claro Setién que Julio Gracia estará en la pretemporada con el primer equipo, pero además quiere otorgarle unos minutos extra en la élite para que despida la temporada con ilusión de comenzar ya la siguiente.

Con el Mundial a la vuelta de la esquina, algunos jugadores béticos querrán seguir acumulando méritos para acudir a esa cita con sus respectivas selecciones. Será el caso de Durmisi, ya incluido en la prelista de Dinamarca pero que todavía no tiene confirmada su presencia en Rusia; también de Bartra, que apura sus opciones de convencer a Julen Lopetegui para que lo incluya en la lista de 23 española; o del propio Joel Campbell, con billete ya para el Mundial pero que quiere mejorar su puesta a punto con minutos en el último encuentro del campeonato.

Con todos esos alicientes, el duelo en Butarque apunta a una fiesta en la grada. Con el lleno prácticamente asegurado, y con una nutrida representación bética, tanto el cuadro pepinero como el heliopolitano querrán sumarse a ese buen ambiente que rodeará al encuentro.

Lejos queda la visita del Betis de la pasada temporada, hace poco más de un año, y que significó la sentencia para Víctor Sánchez del Amo tras la goleada encajada (4-0). Aquella derrota también trajo consigo el anuncio del regreso al club verdiblanco de Lorenzo Serra Ferrer, la figura que le ha vuelto a cambiar la vida deportiva al bético, que ahora vislumbra el futuro con una perspectiva radicalmente distinta a la de entonces.

Serra, Rubén Castro... Nombres propios en mayúscula de la historia del Betis, en la que también quiere entrar Setién, ese entrenador que ha ido adaptando su libro de estilo a la exigencia que requiere un club como el verdiblanco para devolverlo a la realidad europea. Hoy, de momento, el técnico le dará su sitio al delantero canario para que se despida con goles, ese particular vocabulario con el que siempre se expresó en el césped.