Betis-Olympiacos | Contracrónica

Una tarde casi de ensueño

  • El Betis logra la clasificación para dieciseisavos y roza el primer puesto matemático

  • Ante el Dudelange afronta el reto de acabar en cabeza

La afición bética volvió a teñir de color el Benito Villamarín.

La afición bética volvió a teñir de color el Benito Villamarín. / Antonio Pizarro

Europa seguirá disfrutando del Betis. Y el Betis continuará soñando con hacer algo grande en Europa. El equipo de Quique Setién ha superado con nota y holgura la primera de las metas volantes en la Liga Europa, logrando la clasificación matemática para dieciseisavos de final con una jornada todavía por disputarse, la que llevará al cuadro heliopolitano en un par de semanas a viajar a Luxemburgo para medirse al Dudelange, ya eliminado de la competición y que cerca estuvo de engrandecer una tarde prácticamente de ensueño.

Sólo era necesario que el Betis venciera a Olympiacos para lograr el billete a la siguiente fase de la competición. Pese a que pueda parecer lo contrario, no es una situación sencilla esa de depender de uno mismo para alcanzar la siguiente fase. Nervios y presión pueden pesar en exceso en un plantel poco habituado a estos menesteres. Pero los miedos se espantaron apenas unos minutos después de que el árbitro señalara el inicio de partido. El Betis, fiel a su estilo, fue capaz de lograr una victoria en el Benito Villamarín gracias a un nuevo gol de Canales, que se estrenaba de verde y blanco en Europa.

Aunque la guinda del pastel estuvo cerca de ponerse en Milán. Con el conjunto bético por delante en el marcador y el billete asegurado para la siguiente fase, el acabar líder del Grupo F se ponía de cara después de que el modesto Dudelange, que tiene mucho más fútbol en sus botas del que a priori se le podía esperar, lograba ponerse por delante en San Siro ante el equipo rossonero. Habían pasado algunos minutos después del paso por vestuarios y los luxemburgueses lograban colocarse por delante (1-2) después de haber sido capaces de empatar poco antes del descanso.

Seguro que a alguno de los béticos poco más y se le atraganta el bocadillo al enterarse de la noticia que llegaba desde Italia. Sin embargo, la ilusión por viajar a Luxemburgo con todo decidido, primer puesto en el bolsillo incluido, apenas duró un cuarto de hora, lo que tardó el Dudelange en venirse abajo y el Milan aprovecharlo para voltear de nuevo el marcador, golear a su rival y todavía mantener viva la pelea por el primer puesto del Grupo F.

Volverá a depender de sí mismo el conjunto bético en esa batalla. Una victoria en Luxemburgo dentro de dos semanas permitirá al Betis terminar como primero y pondría el broche de oro a una hoja de ruta por Europa prácticamente inmaculada, con victorias ante Milan en San Siro, y Dudelange y Olympiacos en el Benito Villamarín. Un liderato que pudo ser ya bético y que hubiera cerrado una tarde para soñar con algo grande.

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