Salud

Cuando la primavera la sangre no altera

  • La astenia no es una enfermedad sino una serie de síntomas como cansancio o apatía producido por la no adaptación de los biorritmos al cambio de estación

Cuando la primavera la sangre no altera

Cuando la primavera la sangre no altera

Calor, cambios de luz y de presión atmosférica. La receta del cambio de estación que desmiente, al menos durante unos días y no para todo el mundo, el chascarrillo de que “la primavera, la sangre altera”. En este caso, con la astenia primaveral entre los dedos, para muchas personas esa mítica revolución en el ánimo se traduce más bien en apatía y cansancio. Pese a que el olor a flores y la brisa templada invita a salir y a recuperar el apetito social, el influjo de la astenia primaveral aletarga el organismo durante algunos días.

La astenia no existe como enfermedad dentro de las codificaciones diagnósticas aunque durante estos meses, sobre todo cuando se produce el cambio al horario de verano, hay mucha población que acude al médico de cabecera por sus síntomas de la astenia. Francisco Guerrero, médico de familia de atención primaria del Distrito sanitaria Granada metropolitana sostiene que no tiene un diagnóstico médico pero sí se trata de una serie de síntomas que puede padecer una persona. En este caso a la astenia se le añade un apellido, que es la primavera, porque en esta estación pueden ocurrir episodios.

Es una sensación de falta de fuerzas, de decaimientos, de fatiga y sensación de apatía, no tener ganas de levantarse de la cama y sentirse lento durante todo el día, explica. Se le añade el apellido porque en esta época del año las consultas de los médicos de familia llegan muchos pacientes contándoles esa extraña sensación.

“Generalmente son muchos pacientes jóvenes que en estos meses además se encuentran en periodo de exámenes y tienen cambios en los biorritmos por exceso de trabajo, lo que provoca que la sintomatología sea mayor por lo que les lleva a preocuparse porque se encuentran más cansados de lo normal”, dice Guerrero.Aunque son los estudiantes quienes más lo acusan, esta sintomatología llega a personas de todas las edades.

Hay pocos estudios que digan claramente "con qué puede estar relacionada la astenia con este periodo concreto del año" pero sí hay una rama de la medicina llamada Biomedicina que se encarga del estudio de la asociación entre fenómenos ambientales (luz, contaminación) en relación con las enfermedades. Esta rama lleva unos cuantos años apuntando “cómo los cambios estacionales generan efectos sobre la salud de las personas y las sensaciones”.

Se refiere a estas semanas en las que empieza a haber más sol y más luz, con lo cual en los países mediterráneos sobre todo, se cambian los ritmos biológicos. “Empezamos a acostarnos más tarde aunque nos despertamos a la misma hora, con lo cual las condiciones atmosféricas y lumínicas generan que nuestro biorritmo tenga que adaptarse a esas situaciones externas”.

Ahí está la revolución interna: “hay quienes se adaptan en cuestión de cuatro días y quienes tardan hasta 4-5 semanas”, sostiene, con lo que eso puede llegar a afectar a nivel psicológico, pues “hay quienes se sienten deprimidos”. Esa sensación de abatimiento y tristeza, es consecuencia de “un cambio en el organismo, que genera menos endorfinas (la hormona de la felicidad) y hace que el ánimo esté más bajo, lo que provoca que junto a ese cansancio nos encontremos apáticos y entremos en una sensación de negatividad que provoca que se transforme en síntomas y sensación de que está pasando algo malo”.

En realidad, aunque todos los síntomas sean reales, quienes lo sufran no deben preocuparse en exceso, es un espejismo de ‘enfermedad’, y lo único que sucede es que “el cuerpo se está adaptando a las circunstancias que hay alrededor”.

En el caso de que se acuda a consulta, el médico de cabecera lo que ha de hacer es “valorar al paciente de manera integral porque en ocasiones ocurre que detrás de esa astenia puede haber otros síntomas que pertenecen a otras enfermedades”.

Una vez descartado esto, que según Guerrero lo más probable, el paciente lo que debe hacer es seguir recomendaciones de hábitos de vida saludable. “Cada persona se adapta de una forma a los cambios y la astenia es una situación pasajera, hay que intentar mantener unos horarios de sueño y vigilia estables y mantener una buena higiene del sueño que debe ser reparador”, continúa el facultativo. Para eso: cenas ligeras, comer al menos dos horas antes de acostarnos, hacer ejercicio físico moderado y aprovechar las horas de luz natural para tomar el aire.

De regreso a la dieta como factor fundamental para el cuerpo: es importante tener horarios de comidas regulares con un desayuno con mucho peso y cenas suaves. También convienen esta época intentar no tomar estimulantes como tabaco o alcohol.

Por otro lado aparece la hidratación, en Granada, salvo por estos días de lluvia, ya hay mayores temperaturas, esto “supone que nuestro organismo pierde agua y si no lo reparamos el cuerpo se siente con menos energía y fuerzas”.

Por último, Guerrero hace especial hincapié en que no hay que automedicarse con complejos vitamínicos “porque solo necesitamos una dieta equilibrada con verdura, fruta carne y pescado” para tener un cuerpo sano y vital. La dieta mediterránea, dice, en esta zona de Europa es más que suficiente para no tener déficits vitamínicos.

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