tribuna

Compasión y sistema sanitario

  • La muerte y la enfermedad terminal se han convertido en tabúes que se evitan siempre que podemos

  • Necesitamos aceptar que la muerte no es un fracaso individual ni colectivo

Compasión y sistema sanitario

Compasión y sistema sanitario

La compasión es el sentimiento de ternura e identificación que sentimos cuando vemos padecer a alguien y que nos lleva a intentar aliviar su dolor o sufrimiento. En una sociedad como la nuestra, en la que la muerte y la enfermedad terminal se han convertido en temas casi tabúes que se evitan siempre que podemos, la compasión ha venido siendo arrinconada a un lugar muy secundario de nuestros corazones y también de nuestro pensamiento. Durante algún tiempo, hemos identificado la compasión con la resignación ante un fracaso colectivo, como si los huecos que antes tapaba la compasión pudieran ser cubiertos de otra forma, de una forma más profesional, más aséptica, más eficaz, más sanitaria.

Y la realidad es que no es así. Hoy más que nunca, necesitamos volver a la compasión como valor social, como recurso imprescindible para cuidar y acompañar a las personas que se encuentran al final de su vida. Necesitamos aceptar que la muerte no es un fracaso, ni un fracaso individual ni un fracaso colectivo como sociedad en la organización de nuestros recursos sanitarios, que los cuidados paliativos no son una estrategia de resignación cuando ya se ha tirado la toalla, y que en definitiva, más tarde o más temprano, todos vamos a morir, y todos vamos a requerir una gran cantidad de cuidados al final de nuestra vida, de hecho, en el último año requeriremos más de la mitad de los cuidados que hemos recibido a lo largo de toda ella.

A lo largo de las últimas décadas, hemos convertido la curación en el objetivo exclusivo del sistema público de salud y hemos afrontado con recursos sanitarios necesidades de acompañamiento y cuidado que en realidad deben afrontarse con recursos sociales. Necesitamos transformar esta situación, derribando muros artificialmente construidos en una atención sociosanitaria que debería ser integrada, y asumiendo que la curación no puede ser el objetivo hasta el final, porque en determinado momento puede convertirse en enseñamiento terapéutico. Necesitamos igualmente asumir que el acompañamiento de las personas que están al final de sus vidas es un tema que no podrá ser asumido con recursos públicos en un sistema socio-sanitario cada vez más tensionado en su sostenibilidad. Necesitamos que la población se comprometa en el cuidado de sus seres queridos, y que comprenda que cuidar no es una carga, sino un privilegio.

Ese es el fin de Todos contigo, una iniciativa inspirada en el movimiento internacional denominado Compassionate Communities, cuyo principal precursor en España, Portugal y Latinoamerica es New Health Foundation. Se puso en marcha en julio de 2014 vinculado al movimiento internacional para el desarrollo de comunidades compasivas promovido por la Public Health and Palliative Care International(PHPCI). La fundación desde este programa promueve la creación de comunidades y ciudades compasivas, implicando a las organizaciones y a la ciudadanía mediante acciones de sensibilización social y formación para convertir la compasión en el motor de una doble transformación social y sanitaria, que favorezca el cuidado y acompañamiento de los mayores al final de su vida gracias a la implicación de la comunidad y a la creación de redes comunitarias que se crean y se gestionan gracias a la figura del promotor de la comunidad.

Por fin, sistema sanitario, social y comunitario están trabajando juntos. Con la metodología del proyecto Todos Contigo, han empezado a desarrollarse Ciudades Contigo, Ciudades Compasivas en Sevilla, Badajoz y Getxo, en España; Cali, Medellín, Bogotá, Fusagasugá, en Colombia y Buenos Aires, en Argentina. Hasta la fecha existen más de 20 ciudades que han mostrado su interés por comenzar con el método además de en otras ciudades de España, Colombia y Argentina, Portugal, Francia, Brasil y Ecuador.

El objetivo general de este proyecto es crear un nuevo modelo de atención integrada al final de la vida, con la implicación de la comunidad, además de contribuir a la concienciación social en las distintas ciudades que lo están desarrollando para crear redes de cuidados y acompañamiento para las personas al final de la vida en mayor situación de vulnerabilidad.

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