Salud y Bienestar

Crean un índice para estudiar el ritmo de sueño y vigilia

  • Investigadores españoles diseñan las herramientas necesarias para poder evaluar y estandarizar correctamente el estado funcional del sistema circadiano

Investigadores del Laboratorio de Cronobiología de la Universidad de Murcia han creado un Índice de Funcionamiento del Sistema Circadiano tras estudiar el registro ambulatorio de los ritmos circadianos humanos, un tema de gran trascendencia en la clínica, ya que permite estudiar, entre otras cosas, el ritmo de sueño-vigilia sin utilizar polisomnografía, según el Servicio de Informaciones y Noticias Científicas del Ministerio de Ciencia e Investigación.

El trabajo publicado por la revista PLOS Computacional Biology establece un abordaje metodológico que no se ha utilizado con anterioridad y que, junto con un nuevo índice denominado Circadian Function Index (CFI) o Índice de Funcionamiento del Sistema Circadiano, proporciona la herramienta que se necesita para evaluar y estandarizar el estado funcional del sistema circadiano. El Laboratorio de Cronobiología de la Universidad de Murcia está utilizando estas herramientas en la clínica para la evaluación del sistema circadiano en relación con el envejecimiento, maduración de los ritmos circadianos en recién nacidos, en pacientes con cáncer colorrectal, obesidad, apnea obstructiva del sueño e hipertensión arterial. Enfrentados a los ciclos ambientales y a la alternancia diaria entre la luz y la oscuridad, los organismos han desarrollado mecanismos para medir el tiempo, esos mecanismos son los relojes biológicos. Todas las variables fisiológicas muestran ritmos circadianos, pero además esos ritmos deben estar coordinados entre sí, como una orquesta bajo las órdenes de su director", explican los investigadores. Si no se lleva el ritmo apropiado "en vez de música se produce ruido y se pone en peligro la salud", y entre las afecciones más frecuentes producidas por estas alteraciones se encuentran el síndrome metabólico, la diabetes o enfermedades cardiovasculares, e incluso un peor pronóstico de enfermedades preexistentes como el cáncer.

La alteración en la secuencia u orden de estos ritmos tiene un efecto negativo a corto plazo. Muchos viajeros han experimentado el jet lag, con sus síntomas de fatiga, desorientación e insomnio. Además del alcohol, algunos desórdenes psiquiátricos y neurológicos, como el trastorno bipolar y algunos desórdenes del sueño, se asocian a funcionamientos irregulares de los ritmos circadianos en general, no sólo del ciclo sueño-vigilia. La alteración de los ritmos circadianos a largo plazo tendría consecuencias adversas en múltiples sistemas, particularmente en el desarrollo de exacerbaciones de enfermedades cardiovasculares.

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