Tercera edad

Crece la mortalidad por demencias en Andalucía en la última década

  • Un estudio estadístico demuestra el incremento de los trastornos relacionados con el deterioro cognitivo · El envejecimiento progresivo de la población es la causa principal, pero no la única.

La demencia es una pérdida de la función cerebral que ocurre con ciertas enfermedades y afecta a la memoria, el pensamiento, el lenguaje y al comportamiento. Hasta que la ciencia diga lo contrario sus efectos son irreversibles.  Quizás, el que más impacto tenga a nivel social sea el  alzhéimer, el más conocido, pero existen otras causas que pueden  llevar a ese deterioro cognitivo ( demencia de los cuerpos de Lewy u otras  provocadas por patologías graves como la enfermedad de Huntington o la esclerosis múltiple).  Las demencias han pasado de ser consideradas problemas mentales (aun el diccionario hace referencia a la locura) y que se debían resolver en el ámbito  sociosanitario a ser enfermedades con posibilidad de tratamiento debido a las nuevas evidencias y, sobre todo, al aumento de la prevalencia, situándolas en un problema de interés el ámbito tanto clínico como de salud pública.

El progresivo envejecimiento de la población hace que, de cara al futuro, los sistemas  sanitarios públicos, o lo quede de ellos, tengan que estar preparados para un aumento en la incidencia que ya está empezando a notarse.  Así al menos lo apunta uno de los primeros estudios andaluces que describe las variables que determinan la evolución de la mortalidad por demencias en mayores de sesenta.

El trabajo, realizado por Miguel Ruiz Ramos, del Servicio de Información y Evaluación de la Consejería de Salud, indica que "la mortalidad  por demencias en Andalucía ha experimentado un importante incremento en los últimos doce años y continuará aumentando". Según los datos publicados en la Revista Española de Salud Pública, las tasas de mortalidad pasaron de 124,8 a 161,0 defunciones por 100.000 en las mujeres y de 110,3 a 147,7 en los hombres. El incremento anual fue del 4,2% y 3,8% en mujeres y hombres. Existen diferencias de género y salud.

Las mujeres murieron más que los hombres con una razón de tasas estandarizadas entre 1,08 y 1,29. Y, la edad fue la variable que más determinó la mortalidad. En España el 11% de todas las muertes están relacionadas con las demencias y alcanzan hasta un tercio de las muertes de las personas de más de 85 años. Las demencias pueden considerarse causas significativas de defunción y por lo tanto los indicadores de mortalidad pueden ser útiles para su seguimiento en el conjunto de la población.

El estudio también ofrece un punto de vista no muy frecuente: las demencias aumentan por el envejecimiento de la población, pero no solo por eso. Los datos de mortalidad indican que en Andalucía el número de personas fallecidas por estas causas se ha duplicado prácticamente en el periodo estudiado, pero los resultados ponen de manifiesto que aún manteniendo una misma estructura de edad de la población andaluza mediante la estandarización, también se ha producido un incremento importante.

"Todo ello indica que las demencias están aumentando independientemente del envejecimiento de la población, aunque el aumento de la edad media de la población andaluza ha contribuido y continuará haciéndolo, al ser la edad la variable más relacionada con el riesgo de morir por demencias, aunque hay que seguir buscando otras causas que expliquen el aumento", señala el estudio.

Diferencias epidemiológicas establecidas por sexos

La relación entre sexo y demencias en los estudios de prevalencia ha sido inconsistente y en muchos de ellos las mujeres presentan mayores tasas. Existen, sin embargo, diferencias estadísticamente significativas entre sexos en los grupos de edad muy mayores, en los que hay pocos hombres y, por lo tanto, pocas demencias. Por otra parte, los estudios de población con demencia demuestran una sobremortalidad masculina, de manera que las mujeres con demencia sobreviven hasta edades más avanzadas que los hombres, con lo que acumulan una mayor proporción de casos y, por lo tanto, la prevalencia femenina es más alta.

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