EL doctor Manuel Juliá Narvaez, jefe del Grupo de Especialidades Neuroquirúrgicas, comenzó su activad de posgrado en Cádiz en la Cátedra de Cirugía General y Traumatología. “Eran los años 70”, recuerda. “Accedí a una plaza de residente de Neurocirugía en la primera promoción de Residentes de España en el Hospital Universitario Virgen del Rocío, donde Pedro Albert era el entonces jefe del Departamento, pionero de la Neurocirugía en el sur de España y maestro de todos los neurocirujanos de la época”. Durante estos años, el doctor Juliá completó su formación en el Hospital La Salt Petrié en París y en el Hospital Universitario de Roma, aparte de múltiples cursos y congresos a los que asistió.

Han sido, comenta, “más de 40 años de quirófano casi diario, con más de 3.000 cirugías de columna realizadas y, prácticamente, toda la patología de cráneo que surgía en el Hospital Virgen del Rocío”.

-¿Qué considera que sería lo más relevante aportado por usted a la neurocirugía en estos años?

-Gané la oposición de la plaza de Jefe de Sección de cirugía neurovascular realizando en la década de los 70 una serie de más de 40 aneurismas sin mortalidad, época en la que no existía el tratamiento endovascular para esta patología. También inicié junto al doctor Rodríguez Burgos las técnicas de artrodesis y abordajes complejos del raquis que hasta entonces no realizábamos en el departamento.Iniciamos las técnicas de neuromodulación para el dolor crónico benigno; fuimos los primeros a nivel mundial en el uso de la infusión de mórficos con bomba programable en la cisterna magna para el dolor refractario de la cara.

-¿Cuándo surge el Grupo de Especialidades Neuroquirúrgicas?

-Aunque siempre compaginé mi trabajo en el Hospital Virgen del Rocío con la actividad privada, sería en el año 2010 cuando comenzaría una nueva etapa en la medicina privada con un grupo de Neurocirujanos, formados también en este mismo hospital: los doctores Chocrón, Almarcha, Narros (Jr.) y la doctora Oliver. Todos ellos doctores ‘Cum Laude’, primeros puestos en sus promociones, primeros en las oposiciones a MIR y que, a pesar de su juventud, cuentan ya con una media de 15 años de experiencia. Comenzaría así el Grupo de Especialidades Neuroquirúrgicas (GEN).Nuestro centro radica en Sevilla, en la calle Asunción, y la actividad quirúrgica, en la actualidad, se desarrolla en el Hospital Viamed Santa Ángela de la Cruz y en en el Hospital Quirón Infanta Luisa.

-¿Qué les hace diferentes?

-Más que diferentes diríamos de máximo nivel científico y humano. Destacaríamos veteranía y juventud, formación teórica y práctica, experiencia tanto en territorio nacional como extranjero, ejercicio de la medicina pública y privada. La sincronía de estas variables hacen que nuestro grupo sea capaz de afinar en el diagnóstico de la patología y de customizar su tratamiento, pudiendo llevar a cabo todos los procedimientos que abarca la neurocirugía moderna y pudiendo ofrecer los avances tecnológicos para ello. La afección de la columna vertebral es la más prevalante en nuestras consultas. Así, tratamos de forma eficiente la patología degenerativa (hernias discales, estenosis, listesis...) traumática o tumoral tanto a nivel cervical como dorsal o lumbosacro.En cirugía craneal contamos también con una amplísima experiencia. Gracias a ello y a la utilización de recursos tecnológicos (microscopio de alta resolución, neuronavegador, ecógrafo intraoperatorio, etc.) podemos ofrecer el mejor tratamiento posible minimizando siempre la aparición de algún tipo de déficit neurológico. En ocasiones, también con el objetivo de reducir al máximo los riesgos, realizamos cirugías con el paciente despierto para llevar a cabo una evaluación neurológica continua durante el procedimiento.

-¿Qué intervenciones son las más demandadas?

-La columna vertebral y sus patologías es con diferencia lo que más ocupa en el quehacer de la neurocirugía. Un 70 % de la cirugía que realizamos corresponde a técnicas realizadas en el raquis, sobre todo cervical y lumbar, siendo la mayor incidencia la hernia discal, que realizamos con técnicas de microcirugía, que es el gold standart para el tratamiento de la hernia discal.