Salud y Bienestar

Preguntas y respuestas saludables

La distonía puede clasificarse según la localización corporal (focal, multifocal, hemidistonía, generalizada), según su curso clínico (estática, progresiva, fluctuante, paroxística), según la causa (primarias o idiopáticas, y secundario o sintomática), según la edad de comienzo (infantil, juvenil, adultos). En cualquiera de ellas, la actitud hacia la enfermedad será uno de los factores más importantes. Así, cuando se conoce la naturaleza de la enfermedad el paciente pasa por varias etapas antes de aceptarla.

La relajación se considera importantísima en el tratamiento psicoterapéutico de apoyo; la falta de control de los espasmos y movimientos distónicos hace que, en ocasiones, el paciente pierda el control de sus emociones y su nivel de actividad aumenta produciendo un estado de ansiedad que hace difícil las relaciones interpersonales, laborales y familiares. Si la persona se encuentra relajada, el estado es más positivo tanto física como mentalmente y los síntomas distónicos decrecerán.

Entre los consejos para la relajación están no forzar los movimientos; estos deben realizarse de manera suave, lenta y controlada; evitar situaciones incómodas; y una forma magnífica de realizar ejercicio es caminar y nadar. Los ejercicios de elongación son muy eficaces en relajar los músculos tensos y en la prevención de pérdida de movilidad en las articulaciones. Estos ejercicios se recomiendan para mejorar el vigor en los músculos debilitados.

Los problemas posturales son frecuentes en todas las personas, al sentarse o al estar en cualquier posición es importante la superficie que soporta al cuerpo. Una mala postura puede afectar el equilibrio, movimientos y causar incomodidad.

En esta línea el afectado puede encontrar ayuda acudiendo a especialistas como fisioterapeutas, y en su que hacer diario también pueden aprender de otras personas que padecen de distonía. En este libro se trata de contestar las preguntas más comunes para difundir el conocimiento de este cuadro en beneficio de los pacientes. Las causas de la distonía son muy diversas, algunas tienen tratamientos específicos y, en la mayoría de los casos, es posible obtener una mejoría importante de los síntomas.

Varios Autores Editorial Panamericana Madrid, 2003. 109 páginas. 16 euros

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