Salud y Bienestar

Quitarse un peso de encima

  • Especialistas advierten contra las 'dietas milagrosas' para adelgazar, que suelen producir "un efecto yoyó" y desembocar en malnutrición y falta de proteínas o minerales · El primer paso, dieta equilibrada y ejercicio.

En cuanto asoma el buen tiempo y el verano se vislumbra en el horizonte, la idea de adelgazar empieza a rondar muchas cabezas. En España, una de cada cuatro personas mayores de 18 años tiene previsto iniciar una dieta este año, y la cifra podría ser superior entre adolescentes. Pero el problema no es librarse de unos kilos de más -el exceso de peso alcanza ya a la mitad de la población y constituye una seria preocupación sanitaria--, sino la 'tentación' de buscar soluciones rápidas y recurrir a dietas supuestamente milagrosas que implican graves riesgos para la salud. Máxime cuando hay alternativas que, unidas a la alimentación equilibrada y el ejercicio físico, resultan mucho más saludables y duraderas.

Una de esas opciones, como subraya Teresa Ortega, profesora de la Universidad Complutense de Madrid, son "las plantas medicinales, que van a ayudar a reducir el exceso de peso de forma eficaz y segura". Y lo hacen, apunta, favoreciendo un mayor gasto energético o facilitando la reducción en la absorción de lípidos o en la ingesta energética; "a veces se produce una sinergia" de esas propiedades, remacha. Pero, como apostilla Concha Navarro, catedrática de Farmacología de la Universidad de Granada y presidenta del Centro de Investigación sobre Fitoterapia (Infito), la condición previa de cualquier intento serio y saludable de adelgazar es doble: una "dieta variada y equilibrada" y una "pauta de ejercicio físico" moderado.

En un simposio sobre Tratamiento natural del sobrepeso organizado en Niza por Infito y la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación (Sedca), Navarro recalcó que "la fitoterapia es una disciplina completamente científica" y destacó el papel clave del farmacéutico comunitario. En este caso, para "recomendar las plantas medicinales que más se ajustan al paciente en función de su apetito, actividad diaria, preferencias alimenticias y medicación habitual", y para su posterior "seguimiento", no solo con un "control semanal" del peso, cintura e índice de masa corporal, sino también para "cambiar o corregir hábitos alimenticios" y para "motivar y fidelizar" a esa persona.

El paisaje de fondo español es preocupante en cuanto a tasas de sobrepeso (38%, que se estira hasta el 45% en hombres) y de obesidad (15%). Y más cuando, como señaló Jesús Román Martínez Álvarez, presidente del Comité Científico de Sedca y profesor de Nutrición y Dietética en la Facultad de Medicina de la Complutense madrileña, hunde sus raíces en la población menor de edad, donde aquellas tasas son como mínimo del 18,7% y 8,9% registrados en la Encuesta Nacional de Salud de 2006; estudios parciales indican que han ido a peor, y ya entonces la obesidad rondaba o superaba el 15% en comunidades como Murcia, Canarias o Andalucía.

"Un niño gordo es un adulto gordo", remachó, y eso constituye "un serio problema", porque el exceso de peso "tiene que ver con el bienestar y la propia estima". Además de efectos psicológicos y sobre la estética, afecta a la circulación sanguínea y es uno de los desencadenantes del llamado síndrome metabólico, que a su vez aumenta el riesgo de enfermedad cardiovascular o diabetes. Y lo peor es que "la gente sabe qué hacer para llevar una dieta saludable, pero no lo hace". Empezando por el desayuno: solo un 13% toma líquidos, fruta e hidratos, mientras un 14% se conforma con "líquido solo" y un 3% se queda en ayunas. Y siguiendo por la comida, donde el interés saludable se difumina por las prisas (el 42% no sigue la dieta mediterránea por falta de tiempo para comprar y cocinar) y los almuerzos fuera de casa (otro 31%), lo que en el fondo revela un "problema de falta de organziación" para cuidar la propia salud.

Pero también preocupa la 'ligereza' al realizar ciertas dietas para adelgazar, y sobre todo las que anuncian 'milagrosamente' rápidas y fáciles pérdidas de peso. "Al final se produce un efecto yoyó", advierte Martínez Álvarez, "con el consiguiente desequilibrio en lo que están comiendo", que acaba traduciéndose en "malnutrición, falta de proteínas y minerales, etcétera". Esas 'dietas mágicas' suelen apoyarse más en el reclamo del 'famoseo' -con frecuencia se publicitan como el método de adelgazamiento de tal o cual personaje conocido-- que en bases científicas sólidas, y suelen merecer severas críticas de la profesión médica.

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