Salud y Bienestar

Un estudio desvela que el uso alterno de dos antibióticos acelera la resistencia bacteriana

  • Este efecto se agrava en pacientes ingresados por patologías severas.

El consumo alterno de dos antibióticos beta-lactámicos de uso exclusivamente hospitalario acelera la aparición de altos niveles de resistencias de las bacterias a estos medicamentos. El efecto se agrava en la población ingresada por patologías severas como meningitis, septicemias o endocarditis.

Así lo demuestra una investigación desarrollada por la Universitat de València (UV), el Centro Superior de Investigación en Salud Pública (CSISP) y el Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid y cuyos resultados han sido publicados por la revista PLoS Pathogens. Este efecto se agrava en la población hospitalizada, ya que los dos antibióticos estudiados, cefotaxima y ceftazidima, están reservados para patologías severas.

La investigación también ahonda en la necesidad de un estricto control del consumo de antibióticos en la población, así como en la importancia de consensuar políticas antibióticas internacionales.

El resultado de este trabajo, coordinado por los investigadores Fernando González y Juan Carlos Galán, puede contribuir a explicar la explosión de resistencias a antibióticos que se ha producido durante los últimos veinte años en el ámbito mundial. En concreto, se trata de un nuevo mecanismo de resistencia a los antibióticos beta-lactámicos de uso exclusivamente hospitalario como la cefotaxima (PrimafenÒ) y la ceftazidima (FortanÒ).

Éstos no se venden en farmacias y son ampliamente utilizados en patologías infecciosas severas como es el caso de meningitis, septicemias, endocarditis o en exacerbaciones de bronquitis crónicas.

Las consecuencias de este hallazgo son "muy importantes" porque, como indican los autores "hemos aprendido que los antibióticos no sólo seleccionan mecanismos de resistencia antibiótica, sino que, además, contribuyen a generar una mayor diversidad de nuevos mecanismos de resistencia".

Este proceso ha pasado a ser reconocido, en la actualidad, como uno de los principales problemas para la salud pública debido a sus diversos impactos sociales, clínicos y económicos.

En este estudio se han combinado, por primera vez, "las predicciones basadas en modelos evolutivos con la reconstrucción en el laboratorio de todas las posibilidades de diversificación de los mecanismos de resistencia a los beta-lactámicos, cefotaxima y ceftazidima".

Las conclusiones de la investigación -financiada por el Ministerio de Sanidad, a través de Fondos de Investigación Sanitaria (FIS) y la Unión Europea- sugieren que debido a que las bacterias tienen un enorme potencial para desarrollar resistencia a cualquier antibiótico que el ser humano pueda descubrir "es imprescindible gestionar su utilización para limitar al máximo su extensión".

Los científicos indican que sus resultados pueden considerarse una "advertencia a nivel poblacional" porque el uso no coordinado de las políticas antibióticas mundiales "provocará que algunos antibióticos poco utilizados en algunos países lleguen a ser ineficaces antes de ser utilizados"

"Se deben desarrollar políticas sanitarias prudentes en el uso de antibióticos, ya que lo que ocurre en Japón tiene efecto en España, y aunque disponemos de un arsenal de antibióticos, las bacterias también aumentan su resistencia a ellos", apunta Galán.

Los nuevos resultados de esta investigación serán presentados en el próximo congreso internacional sobre Enfermedades Infecciosas y Microbiología, que tendrá lugar el próximo mes de abril en Viena.

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