Sueños esféricos
Juan Antonio Solís
¿Quién el mejor, Pellegrini o Serra?
Siempre que nos duelen los músculos lo asociamos al desarrollo de una actividad intensa, pero existen otras causas que pueden llevarnos a tener esos dolores que, en muchas ocasiones, resulta muy doloroso. La médica experta en matabolismo Isabel Viña lo explica en sus redes sociales y aporta soluciones para reducir las molestias.
Una de las causas es el consumo de determinados fármacos como puede ser la estatina y los corticoides que se suelen recetar a personas que tienen enfermedades autoinmunes. Otros serían los inhibidores de la arotamasa como el Letrozol o el Anastrozol que se suele emplear en mujeres en tratamientos por el cáncer de mama y los diuréticos.
Además, en segundo lugar estarían las personas con hipotiroidismo que se suele asociar a fatiga y mialgias.
En tercer lugar, la deficiencia en determinados micronutrientes. Un ejemplo de ello es la vitamina D que se ha relacionado siempre con los dolores musculares.
Aunque cada diagnóstico es individual, es cierto que, muchos complementos nos pueden ayudar como por ejemplo el magnesio, la vitamina D, la Coencima Q10, sobre todo, en personas que toman estatinas o corticoides, la creatina y el extracto de cereza ácida, sobre todo, en personas que hacen deporte. No se deben tomar todos a la vez, pero si combinarlos, sobre todo, si se tiene fatiga muscular de forma repetitiva.
Es una disminución temporal de la capacidad del músculo para generar fuerza o realizar un esfuerzo prolongado. Ocurre cuando las fibras musculares se agotan por un uso excesivo, falta de energía o acumulación de sustancias de desecho como el ácido láctico. Es una respuesta natural del cuerpo ante el esfuerzo físico intenso o repetitivo, aunque también puede deberse a una mala alimentación, deshidratación o falta de descanso. Durante la fatiga, los músculos se sienten pesados, débiles y menos coordinados, lo que dificulta continuar con la actividad física.
Este tipo de molestia, conocida como dolor muscular de aparición tardía, se manifiesta entre 12 y 48 horas después del esfuerzo. Se debe a microlesiones en las fibras musculares y al proceso inflamatorio que ocurre durante la reparación. El dolor puede variar desde una leve rigidez hasta una molestia más intensa al mover o tocar el músculo afectado. Aunque incómodos, estos dolores son parte del proceso de adaptación y fortalecimiento muscular. Con descanso, hidratación y estiramientos adecuados, el cuerpo se recupera y los músculos se vuelven más resistentes.
También te puede interesar
Lo último
No hay comentarios