En torno a 400.000 residentes en la provincia de Granada podrán acceder a las vacunas contra la gripe A que el Gobierno espera tener disponibles a finales de octubre.

La cifra, según insistieron ayer en matizar fuentes sanitarias, es por ahora sólo una estimación. Se basa, fundamentalmente, en las declaraciones realizadas por el secretario general de Sanidad, el granadino José Martínez Olmos, que aseguró que el Gobierno ya había realizado trámites para adquirir vacunas para el 40% de la población española.

Sin embargo, los datos pueden variar mucho, y de hecho lo están haciendo de forma casi continua. Dos días antes de hacer esas declaraciones había trascendido la noticia de que España había reservado 37 millones de dosis, y eso es muchísimo más del 40% de la población. Más bien supera el 80%. Algo no cuadra.

Otro punto que no está claro es cómo se van a distribuir las vacunas. El Gobierno tendrá que ponerlas primero a disposición de las consejerías de Salud -en aquellas autonomías que tienen esas competencias transferidas, como es el caso de Andalucía- y ese proceso no está exento de dificultades.

De hecho, las mismas fuentes recordaron que el próximo lunes se producirá en Madrid una reunión -bajo el nombre de Consejo Interterritorial- en la que se verán las caras responsables del Ministerio de Sanidad y de las autonomías.

Mientras tanto, el número de ciudadanos que acude a las consultas médicas o a los servicios de urgencias no para de crecer, algo que muy posiblemente guarda relación con las últimas muertes provocadas por la pandemia -una de ellas, el pasado domingo, en Granada- y con la impresión generalizada, refrendada además por las manifestaciones de dirigentes sanitarios, de que la gripe A va a ir en aumento y que cuando realmente dará la cara será a partir de octubre, cuando entre el frío.

"Es posible que, de una u otra manera, termine padeciéndola la mitad de la población", desveló el pasado domingo la delegada provincial de Salud, Elvira Ramón. Pero lo hizo sin dramatismos, eso sí, porque la línea que se sigue entre los organismos oficiales es la de actuar siempre de forma prudente. "Es una gripe nueva y vamos a tener que acostumbrarnos a vivir con ella. El problema deriva de que es nueva, y de que estamos estudiándola porque es diferente a lo que teníamos hasta ahora", agregó la citada fuente sanitaria, que quiso dejar claro que es fundamental no dejarse llevar por la alarma. "Mucha gente ni siquiera va a tener la necesidad de vacunarse", finalizó.