Un reconocimiento a dos profesionales del periodismo y la fotografía que se convirtió, además, en un gran homenaje al recordado Fernando Carrasco y a Jesús Martín Cartaya. El Consejo de Cofradías entregó este lunes sus primeros premios periodísticos y fotoperiodísticos, con los que ha querido agradecer el trabajo que realiza la prensa sevillana durante todo el año para dar a conocer todo lo concerniente a las hermandades y cofradías. El primero, con el nombre de Fernando Carrasco, fallecido repentinamente en la cuaresma del año pasado, fue entregado a Carlos Navarro Antolín, redactor jefe de Diario de Sevilla, por el artículo El nazareno y su padre, publicado en las páginas de este periódico como homenaje al periodista fallecido. El segundo fue para el fotógrafo José Antonio Zamora, por la fotografía Caridad y tiniebla, en la que se recogen los momentos previos a la salida del Señor del Gran Poder en la Madrugada del Viernes Santo.

Carlos Navarro recoge el premio de manos de Julia Carrasco, hermana de Fernando Carrasco.

El Consejo de Cofradías, como explicó su presidente, Joaquín Sainz de la Maza, con la instauración de estos premios realiza "una defensa de la profesión periodística y de los profesionales de la prensa sevillana que la realizan a diario". Durante la entrega del galardón, que ha sido realizado por el artista Miguel Ángel González, a Navarro Antolín y José Antonio Zamora, se reunieron en el salón de la actos de la Fundación Cruzcampo un buen número de profesionales, además de los cargos generales del Consejo, los ex presidentes Arenas y Bourrellier, los concejales populares Beltrán Pérez y Rafael Belmonte, hermanos mayores y cofrades de a pie.

El Consejo quiere reconocer con estos premios el trabajo de la prensa durante el año

Navarro Antolín recreó en su publicación la atmósfera de la cofradía de San Bernardo durante las dos horas que tarda en pasar su cortejo, uno de los más extensos de la Semana Santa. El resultado fue un texto eminentemente descriptivo trufado con continuas referencias a Fernando Carrasco y a su padre, el doctor Fernando Carrasco Lancho, hermano veterano de la cofradía y un aficionado taurino de reconocido prestigio.

Navarro Antolín, que recibió la distinción de manos de Julia Carrasco, hermana de Fernando Carrasco, recordó en su intervención cómo recibió la noticia del fallecimiento cuando caminaba con su hijo Manuel por la calle Candilejo, por donde pasa cada Miércoles Santo San Bernardo. De camino a la guardería, destino final con Manuel, hizo una parada en San Antonio Abad, donde aguardaba Jesús Nazareno en su primer día de besapiés: "No había fieles. A los pies de Jesús Nazareno, como lirios tempranos de amor, el pequeño Manuel y yo dejamos las primeras oraciones por Fernando. Dejé a Manuel en la guardería, me fui a la redacción de Diario de Sevilla, escribí el artículo que un año después alguien ha tenido la generosidad de presentar a este premio, y me marché al tanatorio para acompañar unos minutos a la familia". El redactor jefe de Diario de Sevilla reveló en su intervención que el Miércoles Santo, cuando el Cristo de la Salud pasó bajo el balcón de su casa, sus hijos Miguel y Manuel lanzaron un clavel rojo por Fernando que quedó prendido en el monte del paso: "Siempre habrá una oración cada primer viernes de marzo por el alma de Fernando, siempre habrá un clavel rojo para el Cristo de la Salud los Miércoles Santos".

Foto de familia con los dos premiados.

Los asistentes pudieron ver el audiovisual que ha realizado Carlos Valera sobre el texto El nazareno y su padre. Con evocadoras imágenes de la Hermandad de San Bernardo, está locutado por la periodista Charo Padilla y cuenta con el montaje musical del maestro Manuel Marvizón. El vídeo está disponible sobre estas líneas "Fernando se sentía profundamente orgulloso de su familia, de ser periodista, de ser creyente, de ser escritor de éxito, ahí queda su novela El hombre que esculpió a Dios y, cómo no, de ser nazareno de San Bernardo. Vivió con la alegría de un nazareno de capa. Su recuerdo permanece fresco, intenso y ahora dulce como el olor del incienso en una iglesia varias horas después de apagados los carboncillos", finalizó Navarro Antolín.

El premio a la fantástica fotografía de José Antonio Zamora, también sirvió para homenajear al fotógrafo Jesús Martín Cartaya, notario gráfico de Sevilla durante los últimos 50 años, quien se llevó una gran ovación de los presentes tras proyectarse un vídeo en el que repasaba su trayectoria. El fotoperiodista José Antonio Zamora se mostró muy agradecido por el galardón recibido: "Es una gran alegría Martín Cartaya es amigo mío desde hace 30 años. Que este premio lleve su nombre es un reconocimiento a su larga trayectoria. La Semana Santa no se entendería desde el punto de vista gráfico sin él. Su visión fotográfica va a más allá de la fotografía documental".

En el acto intervinieron, además, el presidente del Consejo, Joaquín Sainz de la Maza, el delegado de Seguridad, Movilidad y Fiestas Mayores, Juan Carlos Cabrera; el delegado diocesano de Hermandades, Marcelino Manzano; y Jorge Paraleda, presidente de la Fundación Cruzcampo. Todos ellos destacaron la categoría profesional de Carlos Navarro Antolín y José Antonio Zamora, y dedicaron unas bonitas y cariñosas palabras al siempre recordado Fernando Carrasco y a Jesús Martín Cartaya.