Un largo y complicado camino que tuvo este miércoles un hito con la puesta de la primera piedra. El nuevo Centro de Estimulación Precoz del Buen Fin abrirá sus puertas el próximo curso en el antiguo convento de San Antonio de Padua. Las obras de remodelación de estas instalaciones, cuya cesión por parte de la orden franciscana a la hermandad fue firmada el 4 de octubre de 2013, comenzarán en unos días. Con este traslado, el centro, que abrió sus puertas en el año 1982 y es una de las obras de caridad más longevas y aplaudidas de las cofradías de Sevilla, duplicará su capacidad. La inversión necesaria es de 400.000 euros, por lo que la hermandad, que ya cuenta con las aportaciones de los socios y los beneficiarios, entre ellos CaixaBank y la Fundación Cajasol, hace un llamamiento a todas las personas o instituciones que quieran aportar su granito de arena en esta gran acción.

A la puesta de la primera piedra del nuevo centro, que pasará a contar con cerca de 500 metros cuadrados, acudieron las principales autoridades de la ciudad para mostrar su respaldo a esta loable iniciativa en la que se ofrecen tratamientos específicos y gratuitos para niños, de entre cero y seis años, con alguna afectación neurológica, psicomotora o sensorial que determina un retraso madurativo.

El hermano mayor, José Luis Foronda, recordó a los impulsores del centro, Sebastián Barrera y Manuel Nieto: "En aquellos momentos no había ningún centro gratuito en Sevilla. Empezamos con dos niños y ahora atendemos a más de 300. Ya han pasado más de 2.500 familias". El director del centro, Javier Vega, explicó que desde septiembre contarán con el doble de salas, con una sala de formación para poder impartir cursos de perfeccionamiento a los terapeutas y de orientación a los padres, o unas instalaciones informáticas de última generación: "El día que abramos las puertas estaremos felices. Y también lo estarán nuestros frailes franciscanos porque verán que le han dado a su convento el mejor destino". Por parte de la Fundación Cajasol estuvo presente Luis Miguel Pons y por parte de CaixaBank, su director en Andalucía, Rafael Herrador. Este último aseguró que CaixaBank tenía que colaborar con la ampliación: "Gracias por dejarnos participar en un proyecto tan especial que ayuda a colectivos vulnerables y más si son niños". El Consejero de Salud de la Junta de Andalucía, Aquilino Alonso, destacó la labor que la hermandad hace desde 1982: "El nuevo centro será modélico. Desde la Junta agradecemos vuestro trabajo. Los resultados son muy buenos". Por último, el alcalde, Juan Espadas, al que Carlos Bourrellier, conductor del acto, calificó como "el mayor responsable de que hoy estemos aquí", mostró su gran satisfacción: "Este centro va camino de ser una referencia de lo que somos capaces de hacer cuando nos ponemos a trabajar juntos. Todo esto representa a las hermandades, que son mucho más de lo que algunos puedan pensar".

En estas nuevas instalaciones, el Centro de Estimulación Precoz Cristo del Buen Fin, que tiene un presupuesto anual de 300.000 euros, podrá atender a 200 nuevos niños, dará empleo a seis nuevos especialistas y ofrecerá nuevos tratamientos.