El cabildo general ordinario de la Hermandad del Gran Poder no sólo valió para dar cuenta de la memoria del último ejercicio o de los estados contables y el presupuesto del siguiente ejercicio. También supuso el adelanto de actuaciones inminentes, como la instalación de un ascensor en la casa de hermandad, la de un cancel de madera tras la puerta de la basílica o la restauración y dorado de los faroles del paso del Señor.
A medio plazo, el informe del Hermano Mayor habló de la necesidad de intervenir sobre la Virgen del Mayor Dolor y Traspaso para corregir tanto algunos daños menores como atajar el progresivo oscurecimiento de la policromía. Anunció que han encargado un estudio al conservador Pedro Manzano, que se completará a lo largo del próximo año para su sometimiento, en su caso, al cabildo general de 2019.
Y a largo plazo, el plato fuerte: la celebración en 2020 del IV Centenario del Señor. Un hito que la corporación de la Madrugada quiere conmemorar en sus vertientes cultural y evangelizadora. Algo que se llevaría a cabo con la visita del Señor del Gran Poder a las parroquias Blanca Paloma, Candelarias y Santa Teresa. La hermandad ya espera el beneplácito del Arzobispado para unas salidas que durarías tres semanas y que pretenden hacer en la segunda quincena de octubre y la primera de noviembre.
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