El delegado de Gobernación y Fiestas Mayores del Ayuntamiento de Sevilla está viviendo unos días tremendamente atípicos. Acostumbrados en estos días de cuaresma a acudir a mil y un actos cofradieros, su agenda se centra ahora en combatir la crisis provocada por el coronavirus. En esta entrevista valora los últimos acontecimientos, como la suspensión de ñas procesiones de Semana Santa y el aplazamiento de la Feria a septiembre y aplaude el comportamiento de los sevillanos durante el confinamiento.

Tras las últimas decisiones adoptadas, ¿cómo está pasando estos días normalmente de actividad frenética para usted?

Con confianza, firmeza y mucha responsabilidad. Los servidores y trabajadores públicos están demostrando su profesionalidad y su entereza para garantizar las prestaciones esenciales para la ciudadanía. En estos momentos la lucha contra esta pandemia y proteger la salud es lo primero. Y estamos todos comprometidos con ello. Creo que la Policía Local, Bomberos, Protección Civil, Lipasam, Tussam, Parques y Jardines, Zoosanitario, Emasesa, el personal de los edificios municipales… Todos están demostrando en estos momentos su valor y su compromiso con el servicio público. Y eso nos debe llenar de orgullo a todos los sevillanos.

¿Qué mensaje le daría a los sevillanos en estos días difíciles?

Los sevillanos están demostrando que son ciudadanos consecuentes y responsables. No hay más que ver las calles prácticamente vacías de nuestra ciudad para comprobarlo. Cada uno de nosotros tiene en su mano la oportunidad de contribuir a evitar la propagación del virus y entre todos estoy convencido de que lo vamos a lograr. Mi mensaje es de ánimo para enfrentar esta difícil situación y también de esperanza en que si seguimos aplicando estas medidas, el número de contagios podrá empezar a disminuir en las próximas semanas y poco a poco empezaremos a recuperar nuestras vidas.

¿Han sido las decisiones más difíciles que han tenido que tomar?

Son días sin precedentes, y se están tomando decisiones muy difíciles y dolorosas. Por la situación tan grave a la que nos enfrentamos. Sí, son las más complejas en las que ha participado nunca un delegado de Fiestas Mayores de Sevilla. Eran decisiones con un enorme impacto para muchas empresas y familias y había que tomarlas en el momento oportuno, con toda la información encima de la mesa y de forma colegiada. En este caso, además, con un anuncio de decreto de estado de alarma por parte del Gobierno en marcha. De otra manera, adelantándonos a los acontecimientos y sin información a tiempo real de la evolución de la enfermedad, los ciudadanos no habrían entendido una decisión como ésta. La prueba es que todas las grandes ciudades estaban esperando, y en el momento en el que dimos el paso en Sevilla, fueron anunciándolo una detrás de otra.

El delegado de Fiestas Mayores, Juan Carlos Cabrera.

¿Cuánto perderá la ciudad con la suspensión de la procesiones de Semana Santa, en lo económico y en el emocional?

Emocionalmente creo que es incalculable. Los cofrades siempre decimos que cada Semana Santa es diferente. Las circunstancias vitales personales influyen mucho en que cada año se viva de manera distinta. Los nacimientos, las pérdidas, el hecho de vivir fuera de Sevilla….todo eso marca nuestras vivencias y nuestra forma de vivir la Semana Santa. Aunque como cristianos, podremos vivir la Semana Santa de forma interior, no hay duda de que va a ser como si nos hubieran robado un año de nuestras vidas. Respecto a los datos económicos, es complejo hablar de una cifra concreta. Pero estoy seguro que sabremos recuperarnos. Lo primero ahora es acabar con la pandemia y luego la ciudad saldrá adelante.

¿Qué le ha parecido la respuesta de las hermandades, adelantándose incluso al anuncio oficial?

Bueno, creo que las hermandades han ido adoptando medidas con enorme responsabilidad en las últimas semanas en el ámbito de sus competencias como es el caso de la suspensión de besamanos y besapiés o de ensayos de costaleros. Creo que en el caso de Sevilla, todas han respetado los tiempos que el Ayuntamiento, el Arzobispado y el Consejo de Hermandades y Cofradías se han dado para realizar un anuncio de este calado.

Ante la falta de una respuesta común dictada por el Consejo cada una fue tomando sus propias decisiones. ¿Le hubiera gustado que el Consejo hubiera marcado antes la línea a seguir?

Pienso que cada hermandad ha ido adoptando sus medidas en función de los tiempos y de sus propias circunstancias. La situación ha cambiado radicalmente en poco tiempo. El Consejo ha estado atento a los acontecimientos que se han ido desarrollando y es el Arzobispado el que ha ido dictando recomendaciones a las hermandades sobre las medidas que había que ir adoptando. Creo que todos han actuado correctamente, con responsabilidad, rigor y prudencia.

Hermandades como la Macarena están retransmitiendo sus cultos por internet. Una iniciativa que hay que aplaudir porque muchas personas pueden seguirlos desde sus casas.

Son iniciativas muy necesarias y hay que dar gracias a Dios de que la tecnología nos está permitiendo estar cerca de nuestros familiares y amigos y, en este caso, también de nuestras Imágenes devocionales. Es un consuelo en estos tiempos tan difíciles que nos ha tocado vivir.

Ahora, el Consejo tiene que decidir qué hace con el dinero de las sillas de la carrera oficial. ¿El Ayuntamiento qué opina al respecto, lo moralmente correcto sería devolverlo?

Creo que todas estas decisiones se afrontarán a su debido tiempo, ahora estamos en un momento complejo y las consecuencias de todo esto se abordarán cuando podamos recuperar cierta normalidad. Estoy convencido, como conocedor de las personas que gestionan este tema en el Consejo, que su buena fe y disposición les llevará a buscar una fórmula adecuada. Hay que tener en cuenta que estamos en una situación de auténtica fuerza mayor, nada de lo que ha sucedido entraba en la planificación económica del Consejo ni del Ayuntamiento. Es complejo porque ya se han realizado determinados gastos y provisiones de fondos que no se pueden eludir, pero hay que respetar la decisión que tome el Consejo, que, como ya he dicho, estoy seguro de que se guiará por la buena fe.

El delegado, Juan Carlos Cabrera.

El precio de las sillas y palcos lo propone el Consejo pero los tiene que aprobar la junta de gobierno local. ¿Si no se pudiera devolver trataría el Ayuntamiento de que el año que viene las sillas no tuvieran coste para los abonados?

La junta de gobierno local simplemente toma conocimiento. El precio es una responsabilidad exclusiva del Consejo. Pero como ya he comentado, ahora es el momento de emplearnos a fondo entre todos para evitar la propagación de este virus. Cuando volvamos a nuestras vidas, será el momento de analizar todos los efectos de las decisiones que se han tomado y reorganizar todo lo que ha quedado en suspenso. A su debido momento y en función de las decisiones que se tomen se verán todas las posibilidades. Tengo confianza en que el Consejo sabrá tomar la decisión correcta.

Aunque no es una competencia suya, ¿sería partidario de realizar una vez que esto pase una procesión de acción de gracias? Ahí está el Santo Crucifijo de San Agustín, al que el Ayuntamiento sigue venerando como proyector de la ciudad.

Ahora mismo no hay ninguna propuesta en la mesa del delegado en este sentido. Estamos dedicados plenamente a gestionar esta grave crisis desde el punto de vista municipal y a garantizar los servicios indispensables. Como cofrade y como cristiano, creo que cuando todo esto pase tendremos que dar gracias porque todo lo que estamos viviendo es muy duro. Puede redundar de forma positiva en la propia psicología colectiva, en la economía de la ciudad… Si se plantea alguna propuesta en el ámbito de la religiosidad popular, el Ayuntamiento, como siempre, estará dispuesto a facilitar la celebración de un evento de estas características.

Hubiera sido demasiado duro suspender también la Feria por todo lo que supone para la economía de la ciudad. ¿Cómo será en septiembre?

Para la Semana Santa no teníamos alternativa alguna. En el caso de la Feria se nos planteaban dos escenarios: suspensión total en 2020 o aplazarla y buscar una fecha con suficiente margen para comprobar la evolución del virus y recuperar la confianza de la gente. Había que decidir cuanto antes porque el recinto ferial ya registraba bastante actividad y había que afrontar distintos gastos en los próximos días. Creo que es positivo que los ciudadanos vean que, en la medida de nuestras posibilidades, podemos plantear una alternativa para paliar el daño económico que esta situación produce a la ciudad. Nos da cierta luz al final del túnel. El alcalde propondrá una fecha a la corporación municipal que será también consensuada con los distintos agentes sociales y económicos. No cabe duda de que será una Feria distinta pero estoy convencido de que la respuesta de la ciudad será muy positiva.

El delegado de Gobernación y Fiestas Mayores, Juan Carlos Cabrera.

Como delegado de Gobernación, ¿qué mensaje lanza a los sevillanos para estos días de confinamiento?

El que venimos repitiendo desde el pasado viernes. Hay que quedarse en casa, es la única forma de paliar la propagación de virus y de evitar poner en riesgo a los más vulnerables. Solo puedo darle mucho ánimo a la población y pedirle paciencia porque esto no es fácil para nadie y menos aún para quienes están sufriendo los devastadores efectos económicos de esta situación.

¿Actuará la Policía de manera implacable contra aquellos que no cumplan la orden de permanecer en sus casas?

El decreto de estado de alarma contempla que todas las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado pasan a depender directamente del ministerio del Interior mientras se prolongue esta situación y nuestra Policía Local está cumpliendo sus órdenes. Hay que hacer entender al ciudadano que permanecer en casa no es una opción, es una obligación que todos y todas debemos acatar.

¿Cree que los sevillanos están siendo responsables ante esta crisis?

Mucho, sólo hay que ver las imágenes de las calles completamente vacías para comprobar que están dando una respuesta ejemplar ante esta crisis y, tal y como estamos viendo en las redes, en muchos casos esta difícil situación la estamos sobrellevando con nuestro particular sentido del humor y con la alegría innata que tenemos en esta tierra. Esto va a marcar un antes y un después en nuestras vidas, pero estoy convencido de que lo superaremos y de que saldremos de esta mucho más fuertes y unidos que nunca.