Es el epílogo de las Glorias y el prólogo inmediato de la Navidad. La réplica de la Virgen del Rocío que se venera en la iglesia del Salvador recorre la noche de este domingo las calles del centro de la capital andaluza.

Se trata de una peculiar procesión que cada año, el día de la Lotería, organiza la Hermandad del Rocío de Sevilla, que radica en el templo barroco.

Durante su itinerario se producen imágenes que ya son propias de esta jornada: la Blanca Paloma que talló Sebastián Santos bajo el alumbrado navideño. En esta ocasión, la Plaza del Salvador cuenta con abetos. En años anteriores fueron grandes bolas. En las calles por las que pasa se suceden los coros de campanilleros que le cantan a la Reina de las Marismas.

Este año, como novedad, la imagen porta corales de hermanos y devotos, a juego con las tonalidades de las flores del traje bordado por los talleres de Santa Bárbara.

Tras días de lluvia y viento, la bulla ha vuelto al centro de la ciudad. Y lo hace con una procesión con la que los sevillanos despiden el adviento y dan la bienvenida a la Navidad.