"En vez de ver el Telediario me puse la presentación del cartel de la Macarena". Con esa frase se puede resumir cómo los avances tecnológicos se han aplicado a las hermandades y cofradías de Sevilla. Jesús, veterano macareno del barrio de Los Remedios, pudo el pasado 9 de febrero encender su ordenador y ver en directo cómo el hermano mayor, José Antonio Fernández Cabrero, y el pintor Javier Buzón descubrían el cartel que anuncia la Semana Santa en la corporación.

Esta práctica que recupera la corporación de la Madrugada está dirigida a todos los devotos que tiene la hermandad en el mundo. José Luis Notario, fiscal segundo de la hermandad, revela que "en las dos primeras retransmisiones hemos recibido comentarios de Guatemala o Puerto Rico", puesto que se habilita un chat en directo para los telespectadores. Notario, que recuerda que fueron pioneros en esta adaptación a las nuevas tecnologías, resalta la importancia de "poder disfrutar de los cultos en directo". En la misma dirección camina la Hermandad del Gran Poder, que también muestra sus cultos y explica a través de su página web que lo hacen "cumpliendo con su objetivo de acercar el Señor" a las personas que se "encuentren en la distancia o incapacitados por cualquier problema o con limitación para la asistencia a la propia basílica".

Para realizar esta labor de difusión de la hermandad más allá de los propios recintos sagrados, la Macarena se ha valido de una empresa que nació en noviembre de 2016 con este cometido. "Vimos un nicho de mercado en los streaming -o transmisión-, especialmente en las hermandades", explica Sergio Maya, uno de los socios de Directo Producciones, junto con Fran Vergara.

Esta empresa, con sede en Dos Hermanas, comenzó colaborando con la Hermandad de Valme de la localidad nazarena. Pronto consiguió que las hermandades de Sevilla confiaran en ella y actualmente retransmiten a través de los canales de comunicación de la Esperanza de Triana, Vera Cruz o la Redención. El precio de una retransmisión estándar con dos cámaras ronda los 300 euros. Maya, que destaca la audiencia proveniente del resto de España, también resalta la importancia que ha tenido en este proceso la confianza de corporaciones como la Esperanza de Triana o la Macarena: "A raíz de la Macarena nos han llamado otras".

Estos directos, que convierten por un rato el templo en un plató de televisión, se realizan bajo una premisa fundamental: que dificulte lo menos posible el culto. La discreción y el pasar desapercibido son valores en estos casos, donde las hermandades piden que se note lo menos posible que el culto o el acto se está grabando. Las cámaras son elementos extraños en, por ejemplo, una función principal, pero las miles de visualizaciones a través de Facebook y YouTube representan una potente herramienta para las juntas de gobierno que están apostando por aplicar las nuevas tecnologías en sus quinarios o funciones principales.

Las posibilidades que se abren con estas retransmisiones son innumerables. "El futuro puede ser que las propias hermandades retransmitan por estos canales sus salidas y entradas", afirma Sergio Maya, quien asegura que "pueden ser una fuente de ingresos a través de la publicidad insertada en la imagen". La Esperanza de Triana está aprovechando esta oportunidad y sus retransmisiones han sido patrocinadas por fábricas de artículos religiosos, tiendas de ropa o bares del barrio. Otra hermandad que apuesta por este camino es la del Polígono de San Pablo, que ha contratado este servicio en la salida y entrada de la cofradía el Lunes Santo o en certámenes de bandas cofradieras en su parroquia.

El crecimiento de la Semana Santa, unido a su popularidad también fuera de las fronteras sevillanas, ha supuesto un crecimiento de la demanda de todo lo que ocurra en torno a sus protagonistas. Esto hace que casi cualquier evento cofradiero sea susceptible de ser mostrado al público, ya esté en Sevilla o en la otra punta del planeta.