Quedará en una graciosa anécdota el desliz que un capataz de San Fernando tuvo el pasado fin de semana, cuando se disponía a sacar el paso a la calle. "Llegó el día", decía a su cuadrilla en el comienzo de un emotivo sermón. "Perdonadme si me he excedido alguna vez durante estos nueve días, pero hemos ido a contrarreloj", comentaba un tanto apesadumbrado. "Dejaros llevar, fuera nervios". Sonaron tres toques de martillo y la Virgen de las Mercedes comenzó a aproximarse al dintel del templo.
Llegó entonces el momento que ha corrido como la pólvora, hasta el punto de hacerse viral. "Oído a lo que se manda a partir de ahora, eh... como vamos, Carlos, va de puta madre", decía la voz del capataz en un silencio incómodo, roto levemente por alguna risa nerviosa. Y es que estas cosas suceden y han sucedido siempre, incluso cuando no había cámaras y micrófonos para recogerlo y servirlo, como hace el canal de islapasion. Gazapos que nacen en la espontaneidad y de la propia tensión del momento.
Las cofradías han regalado a la literatura verdaderos pregoneros del martillo, y frases o expresiones que se han popularizado e imitado hasta la saciedad. "Al cielo con Ella", "duro con Ella, artista", "venga de frente", "ahí queó", "tos por igual"... y un largo etcétera. Afortunadamente, entre todas ellas no se guardará el descuido de este capataz isleño.
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