Los nazarenos de la Hermandad del Baratillo son los primeros en pisar el albero de la Real Maestranza de Caballería cada primavera. Ellos abren la plaza en la tarde del Miércoles Santo, pocos días antes de que la temporada taurina resucite el domingo. Se llenan los zapatos de tierra antes que de cera. Y miran al tendido antes que a sus sagrados titulares para luego salir a la imperial calle Adriano. Los nazarenos, primero. Los protagonistas de la estación del año más bonita, vienen después.