Reapertura de templos

El reencuentro con la Virgen del Rocío

  • Se ha organizado un amplio dispositivo para que los devotos puedan contemplar a la Blanca Paloma tras dos meses de cierre de la parroquia almonteña

La Blanca Paloma preside la parroquia almonteña, reabierta al público este miércoles.

La Blanca Paloma preside la parroquia almonteña, reabierta al público este miércoles. / Alberto Domínguez

La crisis del coronavirus está dejando estampas históricas en la religiosidad popular. Si el lunes se reabrían numerosos templos andaluces al culto tras permanecer casi dos meses cerrados a consecuencia del estado de alarma decretado por la pandemia (entre ellos, el de devociones tan destacadas como la Macarena o el Gran Poder), este miércoles lo hacía la parroquia almonteña de la Asunción, donde permanece desde el pasado agosto la Virgen del Rocío, como es costumbre cada siete años. 

La apertura ha tenido lugar en una fecha clave, el 13 de mayo, festividad de la Virgen de Fátima, cuya imagen se venera en el templo almonteño. Para la entrada de los fieles se ha organizado un itinerario que comienza en la misma Plaza de la Virgen del Rocío, donde se encuentra instalada la catedral efímera diseñada por Navarro Arteaga y que se inauguró el verano pasado con motivo de la venida de la Blanca Paloma, tradición que tiene lugar cada siete años. 

Desde allí se ha colocado una hilera de vallas que divide en dos las colas para acceder a la parroquia. Los devotos han guardado la distancia de seguridad entre ellos. Una vez en al puerta principal, dos voluntarios se encargan de medir la temperatura a quienes entran, que deben llevar la mascarilla puesta en todo momento. 

Un voluntario mide la temperatura a un devoto antes de entrar en el templo. Un voluntario mide la temperatura a un devoto antes de entrar en el templo.

Un voluntario mide la temperatura a un devoto antes de entrar en el templo. / Alberto Domínguez

Dentro del templo los bancos colocados longitudinalmente sirven para separar ambos pasillos. Tras unos minutos de espera se llega hasta el presbiterio, que se encuentra acordonado para evitar que los devotos alcancen la reja que lo delimita. Ahí se se produce el momento del reencuentro tan anhelado con la Reina de las Marismas, a la que no se la ha podido contemplar en dos meses. Rezos y lágrimas en una jornada lluviosa y fría de mayo. Tras unos instantes, los fieles salen del templo por las dos puertas laterales. 

Por ahora, serán los rocieros onubenses los que puedan ver de cerca a la Blanca Paloma, ya que los desplazamientos siguen prohibidos entre las provincias en la fase 1 de la desescalada. Lo podrán hacer de lunes a viernes, de 10:00 a 14:00 y de 17:00 a 19:00. Los fines de semana el templo permanecerá cerrado. La parroquia se desinfectará dos veces cada día.

Esta reapertura se produce en vísperas del domingo en que la Virgen del Rocío habría salido vestida de Reina por las calles del municipio de la que es Patrona. Una semana más tarde tendría lugar el traslado, con las galas de Pastora, hacia la aldea, donde a partir del 29 de mayo se hubiera celebrado la romería. Todos estos actos han quedado suspendidos a consecuencia de la pandemia del Covid-19

Los devotos rezan a la Blanca Paloma entre cintas y bancos que delimitan el distanciamiento de seguridad. Los devotos rezan a la Blanca Paloma entre cintas y bancos que delimitan el distanciamiento de seguridad.

Los devotos rezan a la Blanca Paloma entre cintas y bancos que delimitan el distanciamiento de seguridad. / Alberto Domínguez

El pasado sábado el presidente de la Hermandad Matriz de Almonte, Santiago Padilla, informó de que la Blanca Paloma no volverá a la aldea hasta mayo de 2021, por lo que todos esos cultos tendrán lugar dentro de un año. 

Para este Pentecostés se celebrará la novena a puerta cerrada (será retransmitida por las televisiones locales y redes sociales). Cada día estará aplicada por un grupo de hermandades filiales, hasta completar las 125 que componen la nómina. El 31 de mayo tendrá lugar el Pontifical y ya por la noche, cuando sea Lunes de Pentecostés, el rosario que, en condiciones normales, sería el prólogo de la procesión por las calles de la aldea. Una festividad que, pese a carecer de romería, ha sido anunciada con un cartel de Pérez Indiano en el que se reflejan las trágicas circunstancias que se viven este año. 

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