Llega el Miércoles de Ceniza y hay que empezar con una tradición que cada vez se adelanta más en los tiempos: la primera torrija.
Y nada mejor que hacerlo en la Plaza de la Campana, lugar en el que todas las procesiones comienzan su carrera oficial que les llevará hasta la Catedral. Allí, la confitería La Campana trabaja a destajo para abastecer a cientos de personas que llevan ya semanas preguntando por el dulce oficial de la cuaresma: la torrija.
Ya están expuestas en el mostrador. Un trabajador se afana en colocar los nazarenos y los pasos que decorarán el escaparate en estos días. Francisco Silvianes, empleado con cuarenta años de antigüedad en La Campana, desvela algunas curiosidades y secretos del postre más demandado de estas fechas.
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