Rincones con encanto

Sonido de 'soleá' y luz de alfareros

  • El antiquísimo Camino Real de Camas se llama con su nombre actual desde los albores del siglo XV, mucho antes de que Rodrigo de Triana diese la voz de ¡tierra!.

Calle Castilla

Calle Castilla

Desde el Callejón de la Inquisición hasta la casa del Cachorro, he ahí la calle Castilla. Antiguo Camino Real de Camas y siempre paralela al río, puede decirse sin pecado de exageración alguna que estamos en un rincón clave con el que entender a Triana y sus circunstancias. Desde el monumento a los alfareros y al trianerísimo cante por soleá hasta el corazón mismo del Zurraque, he ahí una calle que dentro de unas horas va a convertirse en un tsunami de fervor al conjuro de las dos hermandades que en ella moran.

En la calle Castilla vivió Juan Belmonte tras haber nacido en la calle Feria y en la calle Castilla se fraguó el cante por soleá, el cante más trianero de un barrio que es pilar indispensable para la sostenibilidad y el desarrollo del flamenco. Bueno, pues en este Viernes Santo con permiso de la autoridad, que lo dará, y si el tiempo lo permite, que ya veremos si lo permite o no, Castilla será un hervidero de día y un clamor nocturno que se apagará justamente cuando el último penitente del Cachorro entre en el Patrocinio y las puertas de su Basílica fundan a negro.

Pero dándole hacia atrás a las manecillas del reloj del tiempo nos enteramos de que ya en los albores del Siglo XV, Castilla se llama Castilla. Sin saberse por qué, ya tiene su nombre antes de que Rodrigo de Triana gritase ¡tierra! Y así es nombrada hasta el cruce con Chapina, siendo conocido por Rosario el del tramo que llega hasta el Patrocinio. Y así va a ser hasta 1821 en que desaparece tal nombre para que Castilla extienda su identidad hasta el final de esta vía.

Otros topónimos que han sido relacionados con esta calle son Alcantarilla de los Ciegos y Cal de Castilla, o Sitio de Portugalete relacionado al parecer con la llegada de esclavos procedentes de las colonias portuguesas. El Zurraque, donde la cuna de la soleá según Triana, abarcaba desde Chapina al Patrocinio y debía su nombre al zurrado de pieles, ya que por allí cruzaban varias veredas de carne. Es una calle de indudable personalidad que arranca en el Callejón de la Inquisición, pasadizo tétrico que comunicaba el Castillo de San Jorge con el río y ahora con el bello Paseo de la O. Siguiendo por la acera de los pares nos encontramos con la iglesia de la O. Templo edificado en el solar de una antigua mezquita. Fue trazado por los hermanos Félix y Pedro Romero y construido entre 1697 y 1702 por Antonio Gil Gataón.

Templo de planta rectangular está formado por tres naves de igual altura con cabecera tripartita, presbiterio y coro a los pies. Está compuesto por tres naves separadas por columnas corintias caracterizadas con fuste de mármol rojo y negro en sus bases, que sustentan arcos de medio punto ornamentados con yesería. Las naves están cubiertas por bóvedas de medio cañón con lunetos y aristas en las laterales y vanos en la central. Al final de la nave central se levanta el coro. Presenta la portada del Evangelio labrada en piedra con arco de medio punto entre pilastras toscanas sobre arquitrabe con frontón triangular partido, en el que aparece el escudo de la hermandad flanqueado por dos ángeles y jarrones en los ángulos.

Ya en el Zurraque y también en la misma acera se halla la Basílica del Cachorro con una torre que cuenta con tres campanas con nombre propio. Patrocinio, Rocío y Triana se llaman las campanas que coronan la morada del Cachorro. La primitiva capilla del Patrocinio data de finales del siglo XVII, cuando en 1689 se fusionaron en ella las Hermandades del Patrocinio y la del Cristo de la Expiración, dando lugar a la actual hermandad. La capilla actual está formada por dos templos que se adosan en paralelo. El primero de dichos templos está fechado en el Siglo XVII siendo renovado hacia la mitad de la centuria siguiente, después del terremoto de Lisboa de 1755.

Por sus reducidas dimensiones, en el año 1946 se decidió construir junto a ella otra capilla adosada, según un proyecto redactado por el arquitecto Aurelio Gómez Milán. Colocada la primera piedra el 28 de abril de dicho año, se bendijo sin acabar del todo el día 8 de marzo de 1960.

El 22 de febrero de 2012, el Papa Benedicto XVI eleva el templo a la categoría de Basílica Menor, siendo el cuarto templo en Sevilla en recibir esta dignidad, tras la Basílica de la Macarena, la del Gran Poder y la de Santa María Auxiliadora. También destaca por ser la única basílica del barrio de Triana.

Castilla es también la vía por donde los rocieros de Triana cumplen la última etapa en el arrabal rumbo a las Marismas eternas. Esas vísperas de Pentecostés, Castilla toma un color y un calor muy especiales. Color y calor que también toma hoy cuando la cofradía de la O sea seguida por la del Cachorro rumbo a Sevilla.

Es en este Viernes Santo cuando el antiquísimo Camino Real de Camas tiene un papel de protagonista indiscutible en la gran ópera urbana que es nuestra fiesta mayor con la presencia en la nómina del día de sus dos hermandades. Por la tarde el bullicio con la sordina del luto de la festividad. Sonará Triana en toda su pureza con telón de alfarería cuando se crucen las saetas en la alta madrugada desde el Altozano al Zurraque, cita obligada para enterarse verdaderamente de cómo es la Semana Santa de Sevilla según Triana.

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