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Prioste

Luis Rodríguez Caso: La conservación de los enseres y su lucimiento

  • La ocupación de un prioste va mucho más allá del montaje de pasos o altares, como en la Quinta Angustia; se encarga día a día del cuidado y conservación del patrimonio.

Para Luis Rodríguez Caso, el trabajo de prioste es el más duro pero el más agradecido en una hermandad porque, “aunque es muy sacrificado y hay que estar todo el año al pie del cañón, el resultado se ve luego y eso es de agradecer”. Luis es hermano de la Quinta Angustia desde que su padre lo apuntó al nacer. Vive en Marqués de Paradas, trabaja en un banco y lleva en la junta de gobierno como prioste 9 años, desde el año 2003, ocupa el cargo de prioste primero. Es una tarea de día a día, “durante todo el año hay que ser constante y trabajar en el mantenimiento y conservación de los enseres, son muchos lo actos y cultos que hay que preparar”. En la Quinta Angustia empiezan con los montajes en el mes de noviembre, con la misa por los hermanos difuntos. Siguen en diciembre con la función a la Inmaculada y la misa de Navidad, para luego continuar con el quinario y “casi sin darnos cuenta empezar con todos los preparativos y montajes para el besamanos y la Semana Santa”. Cuenta con un importante número de personas que le ayudan a la hora de realizar estas tareas, “el equipo de priostía lo componen unas treinta o cuarenta personas, pero para montar un quinario fácilmente vienen cincuenta a echar un mano”, explica. La mayoría son chavales jóvenes de una edad media de 20 años, “que van entrando en la hermandad por el gancho de la priostía, que suele ser lo que más les gusta”.

Califica el estilo de su hermandad como de particular, “puesto que lo tenemos que adecuar a la idiosincrasia de nuestras imágenes, lo que nos limita a la hora de componer los altares”. Aparte de disfrutar haciendo este trabajo, a Luis lo que más le gusta es la cercanía que se establece con los miembros de la corporación, “el trato personal con los hermanos que conoces desde pequeño y son después de tantos años tu grupo de amigos. Lo mejor es esa convivencia que tenemos durante todo el año”.  Los montajes más trabajosos a los que se enfrenta son el besamanos y el quinario, “tenemos que montarlo en un día y medio para no interferir en los cultos de la parroquia”.

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