Las hermandades de la Paz y Santa Genovena atravesarán la Avenida de Isabel la Católica por la calzada más cercana a la Plaza de España. La modificación del itinerario habitual de estas dos corporaciones se debe a la presencia de siete esculturas monumentales del escultor Juan Méjica. Las obras de este artista asturiano ha sido colocadas en el Parque de María Luisa por una iniciativa del Instituto de la Cultura y las Artes de Sevilla.

El cambio del itinerario de estas hermandades, adelantado por Diario de Sevilla, fue uno de los temas tratados en el desayuno informativo que reunió este martes en el restaurante La Raza a la junta superior del Consejo de Hermandades. Fuentes de la institución aseguraron que la modificación no supondrá un problema a las dos cofradías en su camino hacia la Catedral, ya que se trata de una zona de gran amplitud.

Según explicó el presidente del Consejo, Carlos Bourrellier, la protesta de los desalojados de la Corrala Utopía en la puerta del Ayuntamiento tampoco incidirá en el discurrir de los cortejos que pasan por la Plaza Nueva. "Confío en que a lo largo de esta semana puedan arreglarse estos asuntos", afirmó Bourrellier, que reconoció el derecho de estos manifestantes a hacer sus reivindicaciones y mostró el apoyo del Consejo a "cualquiera que pase por un trance como ese".

Carlos López Bravo, secretario del Consejo, fue el encargado de responder a las preguntas sobre la aplicación de las nuevas normas para el desarrollo de las estaciones de penitencia. "Las hermandades están muy concienciadas para acogerse a las peticiones de los delegados del día", apuntó cuando se le preguntó por la posibilidad de que los diputados mayores de gobierno tengan que acatar órdenes sobre la disposición del cortejo o retrasos en la hora de salida. Sin embargo, los representantes de la junta superior del Consejo dejaron claro que cada caso depende de una serie de circunstancias que no permiten aplicar un reglamento universal para estas cuestiones.

Respecto al sistema de grabaciones que se implantará en esta Semana Santa, Bourrellier señaló que servirá como "herramienta de trabajo para conocer la longitud de las cofradías y saber si les sobra o les falta tiempo para su paso por la carrera oficial". En este sentido, los representantes del Consejo hicieron especial hincapié en que las bandas de música forman parte de los cortejos igual que el resto de integrantes. Para Francisco Vélez, delegado del Domingo de Ramos, la solución para eliminar los retrasos no está únicamente en reducir el número de músicos, aunque reconoció que algunas corporaciones de su día han optado por hacerlo de forma puntual.

Por su parte, el delegado de vísperas, José Manuel Rodríguez, anunció la creación de un plan espacial de seguridad para el Viernes de Dolores y el Sábado de Pasión: "El dispositivo se ha puesto en marcha después de los problemas de tráfico y orden público que se dieron el año pasado", anunció. Rodríguez explicó que en este plan -coordinado por el Cecop- participarán la Policía Local y Nacional, además de los servicios sanitarios y de Bomberos. Maruja Vilches también se refirió a las vísperas cuando se nombró a la agrupación Bendición y Esperanza, radicada en la parroquia de Jesús Obrero, en el Polígono Sur. La hermana mayor de los Javieres auguró un "futuro prometedor" a esta agrupación: "Desde Palacio la ven con muy buenos ojos y espero que podamos ver pronto nazarenos en el Polígono Sur", aseguró.

No sólo se habló de normativa y temas logísticos en el desayuno. El anfitrión y director del Grupo La Raza, Pedro Sánchez Cuerda, se refirió a la propuesta para crear un museo de la Semana Santa, al cual Bourrellier mostró su apoyo. Algunos de los presentes cuestionaron si un proyecto museístico tendría apoyo por parte de las hermandades e incluso si los cofrades lo demandan.

Los participantes también recordaron el pregón de Francisco Berjano. "Nos ha llegado a todos y nos ha zamarreado como necesitábamos", señaló el presidente del Consejo, que se mostró orgulloso de la "valentía" que tuvo el Consejo al elegir al magistrado, que, según Bourrellier, expresó en su pregón "la forma en la que vive un cofrade la Semana Santa".