El Consejo de Cofradías afronta los últimos días de la cuaresma con la tranquilidad que no ha tenido en años pasados. Atrás quedaron las polémicas de la Madrugada, en 2015; o del frustrado Vía Crucis de la Fe, en 2013. Todo está bien atado y el presidente, Carlos Bourrellier, no oculta su satisfacción por las buenas relaciones con el actual gobierno municipal y con el alcalde, Juan Espadas. "Me ha sorprendido gratísimamente". Bourrellier realizó estas declaraciones durante el tradicional desayuno informativo que mantuvo ayer en el restaurante La Raza. Repasó los asuntos de actualidad, como la seguridad, las acciones que se van a implantar para reducir los cangrejeros en determinados puntos, las próximas elecciones a la institución o un proyecto que le ilusiona: el centro de interpretación de la Semana Santa.

El presidente del Consejo no escatimó elogios al ser cuestionado sobre su relación con el actual equipo de gobierno: "Valoro al alcalde con un 9,5. No le doy el 10 para que el año que viene siga creciendo". Bourrellier definió a Espadas como una persona "muy seria y trabajadora". También tuvo unas palabras de cariño para el delegado de Fiestas Mayores, Juan Carlos Cabrera, y para sus antecesores, Gregorio Serrano y Rosamar Prieto-Catro; así como para el ex alcalde, Juan Ignacio Zoido: "Con Zoido tenía una relación personal, pero Juan (Espadas) me tiene ganado. Todo lo que hemos hablado con el alcalde y hemos planteado se está cumpliendo".

Uno de esos proyectos de futuro es el de crear un espacio expositivo, que Bourrellier prefiere llamar centro de interpretación de la Semana Santa mejor que museo, para las cofradías y las artesanías. Como avanzó ayer este periódico, el lunes tuvo lugar la primera reunión para comenzar a diseñarlo. "Es una de las cosas que el alcalde quiere para la ciudad. Tenemos una riqueza artística muy importante y está guardada. Podemos crear ese centro de interpretación. No se trata de hacer un museo, que ya lo tienen muchas hermandades".

Bourrellier aseguró que el espacio tendría que ser "moderno y dinámico" y lo asemejó a La Caja de la Semana Santa. "La idea es que las personas que nos visiten puedan hacerse una idea de cómo los sevillanos viven la Semana Santa. Hay que aprovechar el turismo. Si además, el centro sirve para reflotar a los artesanos y repercute positivamente en las hermandades, bendito sea Dios". Entre el Consejo y el Ayuntamiento concretarán los contenidos de este espacio para buscar, posteriormente, una sede acorde, siempre en el Casco Histórico. Entre las posibles sedes podrían estar San Hermenegildo, algún convento que se pueda rehabilitar para la ocasión, incluso las Atarazanas, como citó Bourrellier.

El presidente aseguró, además, que está viviendo su última cuaresma en el cargo con mucho regusto: "Estoy disfrutando. Los deberes están hechos". Tuvo palabras de elogio para el Cecop y, entre otros aspectos, defendió que se actúe contra los cangrejeros, también en la calle Sierpes: "Hacen muy difícil el discurrir de las hermandades". Respecto a la Madrugada, el vicepresidente y delegado de la misma, Manuel Nieto, se mostró optimista sobre su desarrollo tras los problemas del año pasado y el trabajo realizado por el Cecop y las hermandades: "Nos vamos a encontrar con una Madrugada que volverá a ser la noche más hermosa". Bourrellier también se mostró favorable a colocar vallas en algunos lugares y en su justa medida para favorecer el discurrir de los cortejos.

En cuanto a las próximas elecciones al Consejo, el presidente aseguró que le hubiera gustado que los dos candidatos a sucederle, Joaquín Sainz de la Maza y Enrique Esquivias, hubieran ido juntos o se hubieran alternado, porque entiende que la ciudad se va a perder a uno de los dos: "Los dos son grandes amigos míos. Les tengo mucho aprecio. Son bellísimas personas y grandes gestores". Por último, y respecto al tiempo, Bourrellier instó a no estar mirando continuamente las predicciones: "Estamos aún lejos de la Semana Santa".