Cofradias

El desquite va por barrios

  • Gentío en Torreblanca y Alcosa para contemplar la salida de sus cofradías tras un 2007 de lluvia · La del Sol se asienta en su barrio, pero le faltó público en algunos tramos · El cardenal arropó a las tres corporciones

Ambiente de día grande en los tres barrios en los que salieron hermandades en la tarde de ayer. Torreblanca, el Platinar y el Parque Alcosa no tendrán montadas sillas ni tribunas, ni una carrera oficial por la que discurran los cortejos. Tampoco visitan la Catedral, pero no les hace falta. Las mejores tribunas son las sillas que sacan los vecinos mayores para esperar a que lleguen los pasos. La mejor carrera oficial es la que discurre entre el pasillo que forman los fieles entregados con las imágenes de sus devociones. Y si no van a la Catedral, el cardenal los visita a ellos para que no echen nada en falta .

En Torreblanca, los vecinos del barrio llevaban dos años esperando para poder ver a la cofradía después de que en 2007 la lluvia les impidiera la salida. Expectación y ganas, muchas ganas de ver a la Virgen de los Dolores tras la restauración a la que ha sido sometida recientemente. “¡Está preciosa!”, comentaba Rosa, vecina del barrio de toda la vida que esperaba ansiosa a que su nieto saliera vestido de nazareno.

Los músicos de la banda de la cruz de guía, que venían de Ciudad Real, mataban el tiempo tomando granizadas en un puesto montado en la plaza para la ocasión. Fiel a su cita llegaba el cardenal repartiendo bendiciones desde el coche. En el interior de la iglesia, el cuerpo  de nazarenos va tomando forma. Muchas visitas ilustres. El presidente del Consejo de Cofradías Manuel Román, y los consejeros Joaquín de la Peña, José Roda y Fermín Vázquez, departían en animada tertulia con el delegado  de Movilidad del Ayuntamiento Francisco Fernández. Una charla a la que se unieron el cardenal y el delegado diocesano de hermandades, Manuel Soria. Efusivo abrazo de monseñor Amigo con Santizo y palabras del prelado a los hermanos mientras fuera se escuchaba la música de la banda que abría paso: “¿Os acordáis de cómo llorábamos de pena este mismo día el año pasado? Hoy hace un día espléndido, así que vamos a llorar pero de alegría”, dijo el cardenal.

Cautivo ante pilatos

“Diputado Mayor de Gobierno, que se abran las puertas y que salga el orgullo de Torreblanca”, exclamaba Manuel Rocha, hermano mayor. Primera chicotá en el interior de la iglesia con la banda tocando desde dentro. Fuera no podían aguantar la emoción e irrumpieron con un atronador aplauso, aún sin contemplar el paso. Marcha real y el Cautivo se funde con su gente. Emoción desbordada  y lágrimas que brotan de los ojos de las abuelas.

El ceremonial se repite con la Virgen de los Dolores, cuyo nuevo aspecto fue muy bien acogido por la gente. Estrella Sublime para la Reina de Torreblanca. 

ruán en el plantinar

En otra zona de la ciudad, en el barrio del Plantinar, los puntiagudos nazarenos verdes de la hermandad del Sol hacían estación de penitencia a la parroquia del Juncal. Ambiente de centro para una cofradía que poco a poco se está haciendo un hueco en la parroquia y en el barrio.

Estación de los pasos en las Salesianas de Nervión, lugar en el que la cofradía permaneció durante diez años antes de instalarse en San Diego de Alcalá. Las monjas correspondían a la corporación asomadas en los balcones de la segunda planta del colegio.

El cardenal se incorporó al cortejo en la calle Marqués de Nervión para presidir el paso de palio. Tintes fúnebres en el acompañamiento musical del paso que contagiaba a un público demasiado frío, escaso en algunos momentos. La hermandad llevaba dos cirios, uno en cada paso, con el lema dar para recibir, como homenaje a los donantes, inspirándose en el cartel de la Semana Santa de este año que ha pintado Emilio Díaz Cantelar.

divino perdón

En el Parque Alcosa, ambiente de Domingo de Ramos para una hermandad que puso en la calle a 300  nazarenos. Por la mañana, visita de Manuel Román y Manuel Soria. El nazareno de José Antonio Navarro Arteaga procesionaba por primera vez por las calles del barrio con una túnica blanca, en lugar de la tradicional morada. Mucho público a lo largo de todo el recorrido después de que el año pasado la lluvia sorprendiera a la cofradía en plena estación de penitencia.

víspera en el centro

Mientras en estos tres barrios de la ciudad vivían su particular Sábado de Ramos, en el centro mucho público se preparaba para vivir la Semana Santa. Sevillanos  y turistas se mezclaban por las calles formando colas para visitar las capillas y las iglesias. Templos abarrotados en los que ya se podían contemplar los pasos preparados para salir.

Grandes colas en el Salvador para ver los pasos de la Borriquita y el Amor. Niños corriendo por la rampa. Nervios en la plaza de Molviedro donde ya estaba todo preparado para la salida de la hermandad de Jesús Despojado.

Escenas que se repetían en los Terceros, San Roque, la Hiniesta y San Juan de la Palma, donde los nazarenos de la Amargura  buscaban sus nombres en las listas para ver en que sección salen este año.

En San Vicente, el nazareno de la Misericordia de la hermandad de las Siete Palabras realizaba su  vía crucis. En la parroquia de la Magdalena, el Cristo del Calvario era subido a su paso en un acto que cada año congrega a un mayor número de cofrades. A media noche, misas de ramos en varias hermandades. En San Lorenzo, después de la  eucaristía de las once de la noche, se abría el besamanos a Jesús del Gran Poder.

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