Los dueños de los 33 negocios de hostelería que funcionan en la Alameda de Hércules han registrado ante el Ayuntamiento de Sevilla sus propuestas para la concesión de veladores, que según el acuerdo alcanzado entre PSOE e IULV-CA se limitarían a uno por cada metro lineal de fachada hasta un máximo de diez, padeciendo una temporada navideña "mala, mala" a cuenta de la notable pérdida de clientela mientras la obra de remodelación de todo el bulevar no se ha dado por finalizada.

Uno de los miembros de la ya constituida Asociación Empresarial de Bares y Restaurantes de la Alameda (Asebra), José Palomino, informó a Europa Press de que cada uno de los empresarios han registrado "de forma individual" su croquis con su correspondiente propuesta para la ubicación de los veladores que ha de conceder el Consistorio hispalense tras la reurbanización de todo este espacio público a través de unas obras que esperan la culminación de las pérgolas para vislumbrar su fin.

Las propuestas, en muchos casos, exceden el máximo de diez veladores por negocio que acordaron en su día PSOE e IULV-CA, que además establecieron como criterio la concesión de un velador por cada metro lineal de fachada de cada establecimiento.

En ese sentido, Palomino reclamó una vez más que se prescinda de este "criterio especial de restricción" para la Alameda de Hércules, advirtiendo además de que la temporada navideña ha sido "mala, mala" para estos negocios a consecuencia de una destacada bajada en la afluencia de clientes a los bares y restaurantes de la zona, que se ha convertido en "un barrio desolado, deprimido" después de que los empresarios ya protestaran por el excesivo "celo" de la Policía Local en su vigilancia a cuenta de la normativa autonómica que prohíbe el consumo de bebidas alcohólicas en la calle.

A día de hoy, han reabierto tanto el Café Central como el bar Habanilla y el Callao, todos ellos clausurados en su día por el Ayuntamiento de Sevilla, que ha visto cómo los empresarios de la zona han elevado sus quejas al Defensor del Pueblo Andaluz, José Chamizo, denunciando una permanente "vigilancia policial" que habría derivado en una pérdida de clientes.