El 24 de enero de 2009, Marta del Castillo Casanueva salió de su casa, en el barrio sevillano de Tartessos. Había quedado con unos amigos, entre ellos con su ex novio, y posterior asesino confeso, Miguel Carcaño. Tenía 17 años. Nunca más se la ha vuelto a ver.
Este domingo se han cumplido 12 años de su desaparición y muerte sin que siga sin conocerse el paradero de su cuerpo. Más de una década en la que sus familiares no pierden la esperanza de poderle dar sepultura.
En un emotivo día, su abuelo materno, José Antonio Casanueva, ha vuelto a pedir en declaraciones a EFE que las personas que sepan dónde está el cuerpo lo comuniquen de cualquier forma a la familia, “aunque sea con un anónimo”.
Casanueva, de 85 años, lamenta que su mujer “se fue sin saber dónde estaba su nieta”. “Y yo creo que también me voy a ir y tampoco voy a saberlo”, señaló.
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