Aena estudia extender su plan inmobiliario, ya más avanzado en los aeropuertos de Adolfo Suárez Madrid-Barajas y Josep Tarradellas Barcelona-El Prat, a cuatro más que son Sevilla, Palma de Mallorca, Málaga-Costa del Sol y Valencia.

El presidente de Aena, Maurici Lucena, recordó ayer en la junta general de accionistas de la compañía que el desarrollo inmobiliario es una de las líneas del plan estratégico 2018-2021 del operador aeroportuario. El plan tiene por objetivo consolidar el fuerte crecimiento del grupo, tanto de la actividad aeronáutica como de la comercial, e impulsar nuevas líneas generadoras de valor en los ámbitos inmobiliario e internacional, “aprovechando los excelentes mimbres” con que cuenta la compañía.

Actualmente, Aena está trabajando “intensamente” con asesores externos la definición de los principales aspectos de la comercialización de los terrenos aeroportuarios en los dos principales aeropuertos de su red, el de Madrid y el de Barcelona.

En el madrileño, tras las primeras valoraciones realizadas con los expertos contratados, está previsto comercializar un máximo de 349 hectáreas netas. En el barcelonés, el plan abarcará un máximo de 200 hectáreas netas en un proyecto que preservará los valores medioambientales y etnográficos del Delta del Llobregat.

Los aeropuertos andaluces registraron un total de 5.564.367 pasajeros entre enero y marzo de 2019, lo que supone un 8,9% más respecto al mismo periodo de 2018, en un total de 62.490 operaciones de tráfico aéreo registradas en los mismos meses del año pasado, lo que supone un aumento del 13,4%.

Según los datos de Aena, el aeropuerto de San Pablo registró en los tres primeros meses del año un total de 1.685.605 pasajeros, un 21,4% más que hace un año. En cuanto a las operaciones, la terminal contabilizó 15.316, un 19,2% más que ese mismo periodo. Respecto al transporte de mercancías, el total transportado fue de 2.113.041 kilos, un 37,8% menos.