El Ayuntamiento de Sevilla podrá invertir hasta final de 2019 más de 50 millones procedentes del superávit de las cuentas del año pasado. Todo gracias al resultado del compromiso alcanzado el pasado martes por el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, con el presidente de la federación de municipios españoles (FEMP), Abel Caballero. El Estado se ha comprometido a tener aprobado antes de que termine marzo un decreto para que los alcaldes puedan realizar inversiones importantes que les permitan llegar a las vísperas electorales con los deberes hechos.

Hay dos matices importantes en los que aún trabajan los consistorios con Hacienda. Los técnicos consideran imprescindible que esa partida no compute como techo de gasto, sino que sean inversiones adicionales. Además, el objetivo es que los alcaldes tengan autonomía para decidir las inversiones que se pueden ejecutar con este superávit y no estén limitados a los supuestos que determine el Ministerio, como mejoras del alumbrado público, alcantarillado y otras inversiones verdes.

Espadas insiste en poder contratar personal público en función de las necesidades

Aunque las cifras de 2017 no se cierran hasta final de mes, los técnicos municipales de Hacienda estiman que, teniendo en cuenta el precedente del año anterior y haciendo una lectura prudente, el superávit estará por encima de los 50 millones. Un guarismo nada desdeñable, ya que la ciudad tiene prevista para 2018 una inversión de 75 millones que irán para los colegios, parques empresariales, distritos o intervenciones de Urbanismo. ¿A qué se destinará el superávit? Aún no está definido, pero la idea es abrir el abanico de opciones para acabar con las cortapisas de Hacienda. El presidente de la FEMP logró el compromiso del ministro de ampliar los conceptos de inversiones sostenibles. Hasta ahora, el Estado permitía gastar los excedentes en inversiones para mejorar el saneamiento de aguas, el alumbrado público, parques o jardines o impulsar el comercio local. A partir de que se apruebe el decreto, los alcaldes también podrán utilizar el superávit en mejorar o reformar colegios, centros sociales y vehículos para protección civil, entre otros.

En la reunión que mantuvieron los alcaldes, Juan Espadas trasladó que esta medida debe venir acompañada de otras dos decisiones imprescindibles. Por un lado, flexibilizar el techo de gasto para dar más autonomía a los ayuntamientos en función de su situación económica. El presidente de la Federación de Municipios reclamó al Gobierno que retome las negociaciones para establecer un nuevo techo de gasto, lo que servirá para garantizar que la administración no tenga déficit. Por otro lado, acabar con las restricciones y el control en materia de personal.

El primer edil socialista pretende que cada Ayuntamiento pueda contratar personal público en función de sus necesidades y reforzar los servicios y áreas que considere oportunos únicamente ajustándose al criterio de equilibrio entre ingresos y gastos. Estas dos peticiones han sido bien recibidas por el Ministerio.

Una de las contrariedades con las que se encontrará probablemente este año el gobierno socialista es la baja ejecución de las inversiones. De los 89,4 millones de los que disponía el Ayuntamiento para invertir en la ciudad en 2017 se gastaron 34 millones, lo que supone sólo un 38%. Una evolución negativa, ya que un año antes rozó el 50%. La baja inversión afectó a los distritos, colegios o polígonos industriales. El principal problema del gobierno socialista (y de otros grandes ayuntamientos) es la imposibilidad de contratar personal. Lo que se traduce en la dificultad para tramitar expedientes, realizar contrataciones o ejecutar inversiones. El equipo de Espadas ha intentado incrementar el volumen de inversión, pero hay servicios que no llegan por falta de trabajadores. Edificios Municipales ejecutaba en colegios antes dos millones y unos 20 proyectos. Estos dos últimos años se ha fijado como objetivo cinco millones de euros y 50 proyectos. Mismo personal para más trabajo. Los técnicos explican que se podrían poner siete millones, pero no es posible contratar arquitectos para diseñar o supervisar los proyectos.

Para poner remedio a esa baja ejecución año tras año, el gobierno ha pedido al Ministerio que elimine las limitaciones para realizar las contrataciones necesarias, y la generación de una bolsa de proyectos. La aprobación de las cuentas de la ciudad dos meses antes que el año pasado debe beneficiar.