El Ayuntamiento de Sevilla ha anunciado la convocatoria en los próximos días a todos los sectores implicados y afectados directamente por el servicio de autotaxi en la ciudad --taxistas, vecinos, consumidores-- para recoger recomendaciones y abrir un proceso participativo para la creación de una nueva ordenanza reguladora del servicio, que entre otros aspectos contemple sanciones "estrictas" para las malas prácticas de algunos trabajadores del gremio.

En declaraciones a los periodistas, el concejal de Movilidad, Francisco Fernández (PSOE), aseguró que la nueva normativa municipal pretende adaptarse en profundidad a las "nuevas realidades" del taxi en la capital hispalense, pues "como transporte público que son están llamados a prestar un servicio muy necesario para la ciudad y para aquellos que nos visitan periódicamente".

El objeto fundamental de la ordenanza, que la corporación pretende que se ponga en vigor antes de finalizar 2008, es, para Fernández, "poner coto" a las prácticas que "un grupo muy reducido de personas que trabajan el taxi llevan a cabo y que causan un daño terrible a la ciudad", en referencia a ilegalidades tales como el cobro de tarifas muy por encima de lo establecido durante festividades de la ciudad.

Así, la intención pasaría por acompasar las necesidades actuales del servicio con una demanda real, para que el taxi sea "más eficaz y eficiente", con un instrumento legal y jurídico más eficaz para la prestación de este servicio.

En el menor plazo posible, según añadió el edil de Movilidad, se redactará, con las opiniones y necesidades que los sectores implicados crean "conveniente", un primer borrador que se expondrá a conocimiento público, con una normativa basada en los puntos ya existentes "pero adaptando cuantos elementos mejoren el servicio".