Un déficit que da muchos quebraderos de cabeza al gobierno socialista. La Delegación de Parques y Jardines tiene previsto contratar un servicio técnico de gestión y reducción del riesgo sobre el arbolado de gran porte y palmeras en parques gestionados con recursos propios, los conocidos como jardines históricos, y hasta 39 edificios municipales para los años 2021, 2022 y 2023 con un presupuesto total de 623.639 euros.

El Ayuntamiento sostiene que se trata de un contrato de refuerzo del servicio para una mejor conservación del arbolado y que va más allá del tradicional servicio externo de podas en altura del que disponía Parques y Jardines antes de abordarse una gestión integral. Además, recuerda que en el resto de jardines y zonas arboladas de la ciudad con titularidad municipal la gestión del riesgo la realizan las empresas adjudicatarias del macrocontrato de las zonas verdes.

Este nuevo servicio incluye un estudio de datos dendrométricos sobre las posiciones arboladas; la inspección visual; la realización de fichas de riesgo; la elaboración de informes técnicos de arboricultura; la dirección técnica de podas; el registro de incidencias; y la realización de un informe mensual del riesgo y de seguimiento trimestral.

No sólo eso. El contrato contempla la revisión de los parques que cierran por alerta amarilla, indicando a Parques y Jardines o directamente al Cecop si es posible o no la reapertura una vez finalizada la alerta por lluvias o vientos en el plazo de 12 horas; la testificación estructural de cada árbol; el análisis del estado puntual de los sistemas radiculares; la fijación o anclaje estructural de árboles o ramas singulares con riesgo de caída; fomento y desarrollo de raíces aéreas de los ficus; y la descompactación de suelos en el ámbito del sistema radicular.

Parques y Jardines apunta que se realizarán hasta 3.800 inspecciones al año conforme a los criterios que establezcan los profesionales, lo que conllevará en todo caso una actualización de los datos de inventario de los árboles. Los informes individuales de los árboles y de la madera, en aquellos ejemplares que lo requieran por su especial complejidad o por su valor natural, estético, paisajístico u otros de especial interés, incluirán la metodología de la testificación instrumental (tomógrafo sónico, resistógrafo, treeradar y test de tracción natural).

El contrato por tres años incluye 39 edificios municipales como el cementerio y colegios

La idea es ir reduciendo las actuaciones correctoras de poda, más severas y traumáticas, en beneficio de otras medidas encaminadas a mejorar la salud y el bienestar de los árboles y palmeras, de modo que las primeras se vayan haciendo cada vez menos necesarias. ¿A qué parques y jardines afecta? Jardines de La Caridad, Jardines de Murillo-Catalina de Ribera, Jardines de La Madrina, Jardines de La Lonja, Jardines del Cristina, Plaza Nueva, Francisco Bruna, Puerta de Jerez, Plaza de La Alianza, Plaza Refinadores, Plaza del Triunfo, Plaza de Santa Cruz, avenida del Cid, jardines del entorno del Casino de la Exposición y Madrina, Parque Amate, Parque de Los Príncipes, Parque de María Luisa, Jardín de las Delicias, Glorieta de Goya y Jardín Americano.

El contrato que pretende reducir los riesgos en el arbolado incluye al Pabellón Marroquí, el cementerio de San Fernando, el Espacio Santa Clara o el depósito de la grúa. Además, los colegios Fernando Villalón, Giménez Fernández, Juan de Arguijo, Juan de Mairena, Lope de Rueda, Menéndez Pidal, Recaredo, San Isidoro, San José Obrero, Sor Ángela de la Cruz y Tartesos. En el listado aparecen los centros de adultos Encina Real Alcosa, José Sánchez Rozas, Manolo de los Reyes, Polígono Sur, Manuel Collado, Candilejas, Cardenal Espínola, Bellavista, San Pablo, Hytasa, Jose Sánchez Rosas, Las Américas, Macarena, Polígono Norte, San Bernardo, Recaredo y Tejar del Mellizo. La Biblioteca Municipal Felipe González, los viveros Los Remedios y Miraflores y el centro de educación vial completan el listado de edificios municipales.

En general, las funciones principales a desarrollar serán las siguientes: un plan de gestión del riesgo; la poda de arbolado y palmeras determinado por los técnicos; apeos de arbolado y palmeras con un elevado nivel de riesgo; la eliminación de situaciones de riesgo causadas por ramas fracturadas o con defectos estructurales; la testificación instrumental de árboles potencialmente peligrosos; el anclaje o fijación de árboles o ramas singulares con riesgo de fractura o caída; revisiones visuales de parques tras su cierre por alertas meteorológicas; análisis estructural de raíces con GPR o Georradar; aireación y descompactación del suelo en el entorno radicular con lanza de aire comprimido; y fomento y desarrollo de raíces aéreas de Ficus.

Una mujer cruza la Plaza de los Refinadores.