"Llevo 11 años jugando en primera división y solo cuatro de ellos con contrato profesional". Se lo confiesa Maite Albarrán, la defensa del Sevilla, a los alumnos del colegio Santa Joaquina de Vedruna para mostrarles con situaciones reales la desigualdad que existe entre el fútbol femenino y masculino y reclamar que haya "las mismas oportunidades". "Que nos dejen demostrar lo que valemos".

Sus compañeras de equipo Andrea Domínguez, centrocampista, junto a la delantera Jenifer Morilla, se sumaban este viernes a las jugadoras del Betis, la zaguera Rocío Gálvez y las delanteras Bea Parra y Ana Romero, más conocida como 'Willy' para hacer causa común. Todas han acudido a primera hora del día al centro, con el objetivo de mostrarles a los jóvenes que los dos equipos de la ciudad se unen para conmemorar este día y luchar por la desigualdad en el deporte y, en concreto, en el fútbol. Porque como decía Willy: "Da igual que seamos mujeres o hombres; podemos jugar a cualquier tipo de deporte".

Betis y Sevilla se unen para conmemorar el 8-M

Las jugadoras han relatado las dificultades que se han encontrado para llegar a ser profesionales y cómo ha evolucionado el fútbol femenino. Todas coinciden en que los inicios fueron duros, que siempre han jugado con chicos hasta los 14 años y que se una verdadera odisea tener una oportunidad en los equipos femeninos que hace poco no existían. Como confirma Andrea, "a la sociedad no le convencía ver a una chica jugando con chicos pero, poco a poco hemos mejorado".

Queda, sin embargo, también en este campo "mucho camino por recorrer". Mucho para alcanzar sus sueños en el deporte y, por supuesto, sin dejar de lado los estudios. Ellas mismas son también aquí un ejemplo: nutricionistas, entrenadoras, profesoras...

Firma de autógrafos

Tras la charla, la iniciativa ha acabado con la firma de autógrafos para los alumnos del colegio, donde todos han podido conseguir la firma de las jugadoras, unas buenas fotos y, tanto las profesionales como los jóvenes, aseguraban que han disfrutado y aprendido sobre la evolución del fútbol femenino. Dejando rivalidades aparcadas y siendo capaces de conmemorar, juntas, este 8-M que clama por no dar "ni un paso atrás".