Los Gitanitos de Ilusión van formando el taco por la calle San Fernando. Los guiris buscan el refrigerio en los bares otrora frecuentados por los estudiantes de Derecho. Los patinetes eléctricos se abren paso entre las vías de un suspendido Metrocentro. Van a dar las tres de la tarde y en la Universidad es día grande. Como lo es el Martes Santo cuando sale el Cristo de la Buena Muerte. En el interior de la Fábrica de Tabacos no hay nazarenos de ruán. Hay beduinos maquillándose y muchos nervios. La banda juvenil de los Gitanos llega a la puerta principal. En la Lonja, ya aguardan otras formaciones dispuestas a poner la música al cortejo de la ilusión. Este año más solidario y comprometido que nunca. Los niños corretean nerviosos mientras los padres sufren por no perderlos de vista entre la multitud.

La escena es diferente a la del año pasado, cuando la lluvia no quiso perderse la salida de la Cabalgata de los Reyes Magos que desde 1918 organiza el Ateneo de Sevilla. Este año no hay chubasqueros ni paraguas, ni padres con gabardinas. Los nervios son otros. El director de la Cabalgata, Manuel Sainz, tiene mejor cara, aunque la procesión va por dentro. Junto a su mano derecha, Pedro Lissén, recorren una y otra vez el Rectorado comprobando que todo está en orden. Como el estudiante que cinco minutos del examen repasa una y otra vez sus apuntes. Pero la lección está bien aprendida.

La legión de colaboradores del Ateneo coloca los últimos caramelos en las carrozas y pasan lista para comprobar que no falta ningún niño. Ni ningún mayor, que como cada año también pueblan las carrozas, quizás demasiado. La tarde es muy luminosa. El sol ciega a muchas de las personas que se encuentran en la Lonja de la Universidad de Sevilla. El abrigo y la bufanda sobran. Muchos de los participantes aprovechan los minutos que restan para comer un bocadillo y beber un refresco. También se repasan las instrucciones. "Los caramelos hay que tirarlos para arriba", explica uno de los responsables de una de las carrozas. Este año se han estrenado 14, siguiendo así con la renovación estética planteada hace unos años por Manuel Jesús Corral, director artístico del cortejo.

La Cabalgata de Reyes Magos de Sevilla, en imágenes

Una de las novedades es la carroza de la Once, muy aplaudida y jaleada desde la salida, y en la que no faltó un simpático perro guía. "Mira, hay un perro ahí arriba", decía con sorpresa un niño del cortejo al ver al animal recostado tranquilamente entre las bolsas de caramelo. El compromiso y la solidaridad del Ateneo también quedan patentes en la carroza homenaje a Manos Unidas en su sesenta aniversario o en la que desde hace seis años se dedica a la Asociación Española Contra el Cáncer: Luchar con corazón.

Vídeo: Pablo Caballero

"¡Niños y niñas de Sevilla!". La voz de Luis Miguel Martín Rubio anuncia la inminencia de la puesta en marcha. Son las cuatro y es el momento de recibir a sus majestades los reyes de oriente y al resto de personajes que integran su séquito. "En primer lugar, venido desde su masía en una tierra de olivos y navegando por ríos de oro verde, su majestad Melchor". El "magnífico rector magnífico de la Universidad de Sevilla, Miguel Ángel Castro, es el encargado de imponerle una corona que no termina de quedarse en su cabeza. "Ni pierdas la corona Melchor que tenemos que devolverla".

La Cabalgata de Reyes Magos de Sevilla, en imágenes

El rey Gaspar, encarnado por Ángel Aguado Aparicio, director regional en Andalucía Occidental y Extremadura del Grupo El Corte Inglés, es coronado por el presidente del Ateneo, Alberto Máximo Pérez Calero. "Ha hecho noche en unos grandes almacenes de la Plaza del Duque donde su legión de pajes trabajan sin descanso desde hace meses".

Por último, es el momento del rey más celebrado: Baltasar, encarnado por Cristóbal Martínez Fernández, delegado territorial de la ONCE en Andalucía, Ceuta y Melilla, desde 2015. "Llega la ilusión de todos los días. El rey de la mirada profunda que surge desde lo hondo del corazón. El que todo lo ve desde desde los ojos del alma que se refleja en las pupilas de los niños y niñas de Sevilla". Es el alcalde, Juan Espadas, el que le entrega la presea.

A las 16:26 se desborda la ilusión con la salida de los beduinos de la Estrella. La comitiva avanza hacia el Prado de San Sebastián con la habitual celeridad. Las carrozas se incorporan desde ambos lados de la Lonja. Una de las más aplaudidas es la dedicada a la Guardia Civil. Melchor sigue teniendo problemas con la corona. "El año que viene que le hagan un capirote de rejilla", comenta alguien con guasa desde la bulla. El tambor inconfundible de la Centuria Macarena redobla con fuerza.

Los niños jalean a la comitiva y alzan sus bolsas: "¡Tira caramelos!". El personal de limpieza de la Universidad, como cada año, no pierde detalle de la salida. "Esta noche nos quedamos hasta las once y mañana de siete a dos", comenta una de las limpiadoras a un vigilante de seguridad. La banda de las Cigarreras interpreta un villancico que es seguido por el público: "Ya vienen los Reyes Magos, ya vienen los Reyes Magos...".

Salen las carrozas sin más incidencia que el cambio de uno de los vehículos. Una novedad muy comentada son las líneas de seguridad pintadas por el Cecop a lo largo del recorrido. Algunos incluso bromean sobre si este modelo se podría replicar en la próxima Semana Santa. "Sale el sol por la mañana, por la mañana sale el sol. Sale el sol por la mañana y por la noche salgo yo", cantan las niñas que acompañan a Cenicienta. Una letra que es habitual entre los hinchas el Sevilla Fútbol Club. No ha pasado una hora cuando Baltasar ya enfila Palos de la Frontera.